Definitivamente no es solo fútbol y así quedó demostrado en el partido de los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional de Argentina cuando Independiente se impuso en penales sobre Estudiantes de la Plata, causando emoción absoluta en su entrenador, Julio César Falcioni, a pocos días del fallecimiento de su esposa.

El Rojo de Avellaneda, que dejó a Pedro Pablo Hernández en el banquillo, sufrió al máximo pues al minuto 59 se quedaron con un hombre menos cuando Thomas Ortega vio dos amarillas prácticamente seguidas. A partir de ese momento, el equipo del Emperador apostó por aguantar el cero.

Los 90 minutos del tiempo reglamentario no arrojaron ganador y todo debía definirse en penales, en los que se creció un experto en la materia: Sebastián Sosa. El guardameta uruguayo se lució al detener los lanzamientos realizados por Martín Cauteruccio y Fabián Noguera para sentenciar la tanda con marcador de 4-1.

El cobro decisivo lo hizo Brian Martínez con absoluta sangre fría para desatar la celebración en su equipo, que entregó una de las imágenes más emotivas del año en el fútbol con Falcioni emocionándose hasta las lágrimas y abrazado por todo su cuerpo técnico en una de las semanas más difíciles de su vida.

El técnico de Independiente se refugió en el fútbol apenas un par de días después que falleciera su esposa y compañera de vida, Ada Adela Palka, quien sufría de cáncer y que además se contagió de Covid-19 lo que le causó una complicación definitiva que no pudo superar. Sin embargo, Falcioni estuvo y ahora sueña con darle el mejor homenaje a su gran amor.