Un bochornoso incidente se dio en el final del partido entre Sport Recife y Vasco da Gama, equipos que pelean por el ascenso al Brasileirao pues empezaron el duelo separados por solamente tres unidades de diferencia.

El equipo de Javier Parraguez -que no jugó- anotó la primera cifra a través del uruguayo Facundo Labandeira, tras una serie de rebotes en el área del elenco carioca. Ese gol permitía a los del norte de Brasil pillar a Vasco (donde no jugó Carlos Palacios por lesión) en la tabla con 55 unidades.

Sin embargo, en el último minuto del encuentro el árbitro cobró penal a favor de la visita luego de revisar el VAR. Raniel anotó a los 50' y mostrando muy poco espíritu deportivo, corrió junto a sus compañeros a la barra de Sport Recife a gritar el gol.

Ahí quedó la escoba, pues los fanáticos abrieron una reja e ingresaron a la cancha. La seguridad intentó calmar las cosas, pero se vieron desbordados y terminaron peleando con la hinchada local.

Los jugadores de Vasco terminaron corriendo hacia camarines. Incluso se pudo ver a un futbolista con una silla en la mano, por si tenía que defenderse de algún ataque de los fanáticos que estaban fuera de sí.

Jugadores de Vasco arrancan hacia camarines (Globo)

Jugadores de Vasco arrancan hacia camarines (Globo)

El partido fue suspendido, aunque seguramente se dará por finalizado con el marcador 1-1. Resultado que ayuda a Vasco para volver al Brasileirao A, pues a tres fechas lograron mantener la distancia de tres puntos con el equipo de Parragol.