Mucha preocupación hubo en Argentina por Brian Fernández, jugador que llegó este año a Colón de Santa Fe, pero que no se presentó a dos entrenamientos por lo que el DT, Néstor Gorosito, decidió marginarlo del plantel. Luego de esto desapareció y su auto fue hallado totalmente desmantelado, por lo que hubo inquietud por su estado, aunque finalmente sus familiares aseguraron que está en buen estado.

Este hecho se suma a un largo historial de adicciones que al ex delantero de La Calera lo han complicado en su carrera y por lo cual no pudo despegar nunca, a pesar de tener un talento espectacular.

El consumo de estupefacientes es algo que constantemente lo perjudica. El 2015, cuando jugaba en Racing Club, dio positivo luego de un partido de la Academia, lo que le costó una suspensión de un año y medio. Volvió en enero de 2017, pero el DT Diego Cocca decidió relegarlo debido a su indisciplina y por faltar a varios entrenamientos.

Luego de un paso fugaz por Francia y por Junín llegó a Calera el 2018, donde fue sobresaliente y eso le permitió ir a Necaxa de México. En su prime, explicó que "la droga te arruina, te deja sin vida. Atravesé momentos duros, pero ahora quiero jugar al fútbol y ser feliz. Estoy mucho con amigos y familia, la contención es fundamental. Intento salir acompañado, antes salía solo y no volvía más", confesó a Primer Tiempo.

Su buen rendimiento lo llevó a la MLS, para jugar en Portland Timbers en el 2019. Sin embargo nuevamente tuvo los mismos problemas por lo que en EE.UU. ingresó voluntariamente al Programa de Abuso de Sustancias de la Major League Soccer. ¿Qué pasó? No cumplió el protocolo y se le rescindió el contrato.

Llegó después a Colón de Santa Fe, donde iba a estar cerca de su familia. Pero vivió una situación insólita: su padre lo habría amenazado de muerte, debido a que es hincha de Unión de Santa Fe, elenco rival. "No esperaba vivir algo así, que me amenacen y más viniendo de un padre sólo por la camiseta", sostuvo.

Además de eso, tuvo problemas con el cuerpo técnico del DT Eduardo Domínguez, nuevamente dejó de ir a entrenar y fue internado en una clínica por su familia.

El 2021 arribó a Ferro. Iba todo bien ya que era figura del elenco que pretendía el ascenso en la liguilla final, aunque en ese momento nuevamente cayó en el consumo de sustancias ilícitas, por lo que no participó de la recta final del torneo.

El 2022 fichó en Madryn y después otra vez en Ferro. En ambas ocasiones tuvo el mismo problema asociado a la droga. De hecho, a fin de año, fue detenido al apedrear una micro. Se le encontró un "brote alérgico a causa del consumo de estupefacientes". Nuevamente fue hospitalizado.

A sus 28 años, ve complicado que su carrera pueda tener un despegue luego de tantas oportunidades que se farreó, aunque en Argentina aseguran que nunca es tarde para que logre enrielarse y goce algunos años de carrera.