Barcelona regresó a los abrazos y a la alegría en el debut de Xavi Hernández como director técnico culé, imponiéndose por la cuenta mínima a Espanyol en la decimocuarta jornada de La Liga de España.

Los blaugrana llegaban al partido en Camp Nou con la esperanza de dejar definitivamente atrás la pesadilla vivida junto a Ronald Koeman tras la partida de Lionel Messi, y vaya que lo consiguieron.

Los forasteros se plantaron muy firmes en defensa, ahogando todas las aproximaciones de los dueños de casa y logrando cerrar la primera parte del duelo con un insípido marcador de 0-0.

Pero en el complemento, cuando recién se jugaban 48' de partido, Leandro Cabrera cometió una falta a Memphis Depay en el área, y tras revisión VAR el juez decretó la pena máxima. Penal para el Barça.

Fue el propio seleccionado neerlandés quien tomó el balón y lanzó un misíl desde los doce pasos, engañando a Diego López y clavando el balón al fondo de la red para dejar las cosas 1-0.

Depay puso el 1-0 a los 48' mediante tiro penal.

Depay puso el 1-0 a los 48' mediante tiro penal.

Veinte minutos más tarde Raúl de Tomás tuvo una chance de oro para igualar el marcador, pero su lanzamiento se fue ligeramente desviado del arco de Ter Stegen. Sufrían los forasteros.

Con 84' en el cronómetro Landry Dimata perdonó de forma increíble al Barcelona, perdiéndose un golazo en la boca del arco culé tras mandar su cabezazo directo al palo. Se angustiaba Xavi en el banco.

Afortunadamente para sus pretensiones los blaugranas supieron aguantar el resultado hasta el pitazo final y se quedaron con la victoria y los tres puntos, que lo catapultan hasta el sexto lugar de la tabla con 20 puntos, a uno de distancia del Betis de Manuel Pellegrini.

De esta manera Xavi Hernández arranca de la mejor forma su era al mando del Barcelona, con un triunfo y la valla en cero, haciendo que las esperanzas de los fanáticos se acreciente como la espuma.