El pasado 3 de abril se disputó la final de la Copa del Rey 2019/20, que se aplazó por culpa del coronavirus. En la ocasión, la Real Sociedad derrotó al Athletic Club y se coronó campeón, pero el que se llevó todas las miradas fue Iker Muniain.
En aquella oportunidad, el capitán de los leones no encontró nada mejor que acariciar el título cuando ingresaban a la cancha. Una cábala que durante años los deportistas han evitado y que, para el mediocampista, fue señal de burlas y hasta culpas por parte de los hinchas.
Es por ello que este sábado, en la final de la Copa del Rey 2020/21 ante Barcelona, Muniain no se quiso arriesgar. Justo cuando pasó por el costado del triunfo, no se atrevió ni a mirar para evitar cualquier responsabilidad en el resultado.
Una lección aprendida y que de seguro lo perseguirá durante años, pero que ante el elenco blaugrana intentó dejar atrás.
Lamentablemente para él y los hinchas del Athletic, que se mantuviera lejos no dio los resultados esperados, ya que terminaron cayendo por 4-0. Así, suman un nuevo subcampeonato en menos de un mes.
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