El partido de ida de las semifinales de Copa Libertadores ente Athletico Paranaense ante Palmeiras fue más que emocionante pero también tuvo exceso de roces que fueron complicándole el accionar a Roberto Tobar, quien se encargó de impartir justicia en el duelo entre brasileños.

El juez central chileno tuvo que expulsar a Hugo Moura en el cuadro local, que terminó ganando 1-0 a pesar de jugar con uno menos por unos 20 minutos, pero la acción más complicada la tuvo con uno de los protagonistas de afuera del terreno de juego: el entrenador del Furacao, Luiz Felipe Scolari.

El experimentado técnico también vio la roja y salió realmente enardecido del campo de la Arena Do Baixada, evidentemente enojado con el árbitro nacional. Parecía que la situación iba a quedar ahí pero durante las entrevistas posterior al partido, la dirigencia del club del equipo que hace vida en Curitiba se manifestó en contra del silbante.

Así lo dio a conocer Alexandre Mattos, director deportivo de la institución, quien fue contudente en sus declaraciones. "Es una falta de control que nunca he visto. Experimentado, pero con mucha controversia. No sé si él  estaba nervioso. Vino con una postura agresiva, maldiciendo a todos", apuntó.

El directivo del club brasileño siguió con sus señalamientos. "El árbitro tiene el poder del acta. Se suponía que debía evitar fricciones entre jugadores, pero salió maldiciendo a la gente. Queremos hacer el repudio porque hay que registrarlo. Él tenía que ser el que calmara a todos".

Luego de eso, el preparador físico de Athletico Paranaense, Tulio Flores, lanzó una acusación al afirmar que uno de los asistentes lo agredió con un pisotón cuando estaba haciendo un reclamo en la línea.