La fecha 15 del Campeonato Femenino 2022 comenzó con una polémica. El partido que abriría la jornada, entre Santiago Morning y Deportes Antofagasta, sufrió un retraso de una hora y 20 minutos y, además, el cambio del recinto deportivo que lo albergaría. Pasaron de una cancha con estándares profesionales a una que se usa para pichangas.

La cancha 3 del estadio Calvo y Bascuñán no estaba disponible, ya que nadie hizo la solicitud al municipio, y ellos lo cedieron a un evento de running. Finalmente se fueron a las Canchas Lautaro, que en ese momento estaban utilizándose para disputar una liga de oficinistas de la zona. Por eso y varias otras razones, el primer equipo del Chago realizó una protesta contra quienes propiciaron esta irresponsabilidad.

El relato de las jugadoras bohemias apunta a que "previo a salir del hotel, se nos comunicó que había un retraso en el horario del partido por problemas con el arriendo de la cancha. Esto significó que tuvimos que realizar nuestra preparación pre competitiva en el hotel, es decir, cambiarnos de ropa y realizar los vendajes en el hall, lugar que no posee las condiciones óptimas para estos fines", comienza el comunicado respaldado por ANJUFF.

"Sin certezas sobre el futuro del partido, se decidió ir al recinto deportivo. Al llegar, se nos impidió el ingreso, ya que el estadio estaba siendo utilizado para otra actividad municipal. Por cierto, todo este tiempo de espera e incertidumbre -que altera la rutina pre partido- afecta negativamente al rendimiento deportivo", cuentan en el texto.

Añaden, además, que "con el ánimo de jugar el encuentro a pesar de todos los inconvenientes nos dirigimos al lugar, siendo evidente que la infraestructura no era apropiada. La cancha era de pasto sintético desgastado y tenía múltiples parches, lo que genera un gran riesgo de lesión. Por otro lado, se podía observar que no cumplía con las medidas reglamentarias".

Pero, ¿qué fallas tenían? "El camarín no era adecuado para la cantidad de jugadoras de un plantel profesional: no contaba con baños ni duchas. El calentamiento tuvo que realizarse en una multicancha de cemento. Es de amplio conocimiento que el cambio de superficies pone en riesgo la salud", relatan las bohemias.

De todos modos, ellas decidieron jugar igual, para no desfavorecer al plantel de las Pumas, que eran las menos responsables. "A pesar de las múltiples irregularidades y tener la opción de ganar por WO, decidimos jugar el partido a fin de no perjudicar injustamente a las jugadoras de Antofagasta, que pudimos ver como se vieron afectadas por la misma incertidumbre que nosotras. Sin embargo, nos parece que lo vivido constituye una falta de respeto a ambos planteles", detallaron.

"Exigimos que se investigue y se sancione a las entidades responsables, para evitar que se repita este tipo de situaciones que frenan la profesionalización. Instamos a que exista una mayor coordinación con la Municipalidad de Antofagasta y que se resguarden los espacios para la realización del Campeonato Nacional Femenino de Primera División. La improvisación vivida no da cuenta de la preparación y trabajo que realizamos día a día, por lo que exigimos disculpas públicas pertinentes", reclamaron las Bohemias.

Sin embargo, no dejaron pasar el momento de tirar un dardo a la ANFP y sus responsabilidades para con el fútbol femenino. "Cabe destacar que la programación y designación de los recintos están definidos en las Bases del Campeonato en el artículo 20, 21, 23 y 25, coordinación que está a cargo de la Subgerencia de la ANFP y los clubes miembros, por lo cual hacemos un llamado para que se asuman las responsabilidades correspondientes y un compromiso como para que estos hechos, vergonzosos para el fútbol femenino nacional, no vuelvan a suceder", cierra el comunicado.