Anita Lizana de Ellis nació el 19 de noviembre de 1915 y su pasión por el tenis comenzó desde muy pequeña. Su padre trabajaba en el club Riege des Deutschen Vereins y Anita esperaba que todos se fueran para poder jugar en las canchas. Fue entrenada por su padre y también por su tío, Aurelio Lizana, reconocido como uno de los primeros tenistas destacados de Chile.

A los 11 años, Anita ganó su primer campeonato y desde 1929 hasta 1934 ganó el campeonato nacional de tenis de Chile. Tras una colecta de seguidores de la "Ratita" como era apodada, logró juntar 120 mil pesos de la época, dinero que financiaría su viaje a Europa. 

En 1935, Anita Lizana debutó en Wimbledon y Roland Garros, alcanzando en ambos torneos la tercera ronda y logrando el quinto lugar a nivel mundial del tenis femenino. Al año siguiente, terminó en octavo lugar, llegando a cuartos de final de Wimbledon.

En 1937, volvió a llegar a los cuartos de final en Wimbledon. Ese mismo año se decidió a ir a Estados Unidos y disputó el título de Forest Hills (actualmente el US Open) donde venció a l polaca Jadwiga Jedrzejowska en la final con parciales de 6-4 y 6-2. Con ese resultado se transformó en la primera latinoamericana en ganar un Grand Slam de individuales y la primera latina número 1 del mundo.

Anita regresó a Chile y fue recibida en Valparaíso por muchos fanáticos y fanáticas. Fue invitada al Palacio de la Moneda por el presidente Arturo Alessandri Palma y saludó a miles de compatriotas desde el balcón de la casa de gobierno. Tras su visita a Chile, Anita decidió establecerse en Europa, específicamente en Dundee, Escocia. Allí contrajo matrimonio y tuvo tres hijas.

 Mientras ocurría la Segunda Guerra Mundial fue campeona nacional de Escocia y Suecia. Durante años se mantuvo alejada del tenis que se disputaba en los torneos internacionales. Trató de reincorporarse en 1946 en Wimbledon, pero solo llegó a segunda ronda, por lo que decidió retirarse de forma definitiva.

En 1966 fue invitada por el presidente Eduardo Frei Montalva a jugar en Chile para el Campeonato Sudamericano y fue recibida por un Estadio Nacional repleto. Su última visita a Chile fue en 1989 con motivo de un torneo veterano internacional en Viña del Mar y la Federación de Tenis de Chile le entregó un galvano para homenajear su carrera.

Anita Lizana vivió sus últimos años en la ciudad inglesa de Ferdown y falleció el 21 de agosto de 1994 víctima de un cáncer estomacal. Sin embargo, su legado continúa vivo y sigue siendo reconocida como una de las más grandes deportistas de la historia de Chile.