La inapelable derrota de Deportes La Serena ante Audax Italiano en La Florida sentenció el descenso del cuadro granate a Primera B después de tres temporadas en la serie de honor. Y entre las lágrimas y el desconsuelo, una postal quedó para el recuerdo: la del campeón de América e ídolo de toda una generación, Matías Fernández.

Matigol ingresó al partido a media hora del final, en lugar de Santiago Dittborn, y no pudo revertir el dominio de los itálicos, que clasificaron a Copa Sudamericana. Por eso, cuando cayeron proyectiles y asientos desde la tribuna que ocupaba la visita, y el árbitro Julio Bascuñán decretó el pitazo final, el ex ídolo de Colo Colo se quedó sin consuelo.

Los brazos caídos, algún abrazo al azar, pero la mirada y la mente en otro lado. Quizás en el campañón de 2006 que le permitió saltar a Europa, o en sus años lindos en la Fiorentina de Italia o Sporting de Portugal. Humberto Suazo, otro histórico, le ofreció un cariño, pero hubo un solo gesto que sacó a Fernández del impacto.

Un joven pelotero se acercó al crack de 36 años y le pidió una selfie, prueba de que el descenso no mancha su carrera y la ilusión que creó en su minuto. Matías asintió y se dispuso a la captura de una imagen en la que disimuló su tristeza para dejar una marca en la vida de otro, como en la de tantos en los casi 600 partidos oficiales que lleva su carrera.

¿Se retira Matías Fernández?
 

La pregunta que se hacen los fanáticos ahora es qué pasará con Matías Fernández. El canterano colocolino no pudo superar las molestias físicas y terminó condenado a la suplencia en Deportes La Serena, donde sumó solamente doce partidos y un gol en la campaña papayera.

El retiro parece a la vuelta de la esquina, pero Matigol sigue contando con alternativas -como una exótica propuesta de Centroamérica que le llegó en julio- y tendrá que definir su futuro después de casi una década de tránsito dificultoso. A partir de la Copa América de 2015, el Mati nunca pudo ser el que prometió, aunque sus incondicionales nunca perderán la fe.