Uno de los futbolistas que participó en esa recordada campaña de Colo Colo, cuando estaba quebrado económicamente, fue el ahora comentarista deportivo Sebastián González, quien reveló parte de la interna que vivieron en esa época y cómo se las arreglaron para levantar el título el 2002.
En entrevista con DaleAlbo, Chamagol confidenció uno de sus momentos más atesorados, que es una emblemática tricota: “La camiseta ‘a morir por el Colo’ surge por una idea mía, todos ponían apóyanos y ahí dije ‘pongamos a morir por el Colo’. Todos con plumones, cortamos las camisetas primera Nike que nos pasaba Colo Colo. Esa camiseta está en un mural y termina siendo súper emblemática. Surge de esa faceta de garra, de fanático de hincha que quería jugar en el terreno de juego. Tiene hoy día un sello, ese partido teníamos que perderlo por todos lados y lo terminamos ganando”.
Pero eso no es todo, porque relata el protagonismo que tuvo para liderar un camarín que estaba conformándose entre jugadores experimentados y canteranos, como el portero Claudio Bravo.
La camiseta ‘a morir por el Colo’ surge por una idea mía, todos ponían apóyanos y ahí dije ‘pongamos a morir por el Colo’
“Nos quedamos yo, Espina, Barti y David Henríquez. El resto eran jugadores que venían de préstamo y jugadores que Jaime pudo sacar de las inferiores, como Claudio Bravo. Todos venían a ganarse una oportunidad, y era la chance de vestir la camiseta de Colo Colo. Convivíamos con la humildad que se manejaba el club y con consciencia del momento que vivíamos. Éramos todos colocolinos”, parte relatando.
“Si tú no tienes una institución sana económicamente, es muy difícil proyectar. Nosotros convivíamos con esa idiosincrasia de lo que significaba vestir la camiseta de Colo Colo. Los que tenían la oportunidad de subir, tenían que agarrarse como sea. Estar inserto en un plantel como ese, era como hacer un magister cuando recién estás saliendo de la universidad”, complementó.
Pero eso no fue todo, porque también tuvo momentos para recordar el compromiso que existía en el plantel con la institución, con el cuerpo técnico y con la hinchada del Popular.
“El pilar principal fue el respeto que se le tenía a Jaime, la función de (Ariel) Palena, fue importante de ir manejando a un plantel. Tuvimos claro de un principio que no se tranzaba con la indisciplina, era la oportunidad más importante de trascender en Colo Colo. Fue importante como conocíamos a la institución, lo que era vestir esa camiseta”, mencionó.
Agregó que “se gana en Calama después de muchos años, fue el puntapié inicial para resucitar de las cenizas. Agarramos muy bien el mensaje de Jaime, la gran oportunidad de trascender, quedar marcado en esa fibra más sentimental del hincha y de la historia del club. Nunca se había vivido una problemática tan terrible. Pocos recuerdan como jugaba ese equipo, era del paladar histórico, que iba al frente, que con dos pases terminaba haciendo goles, defendía mano a mano, tenía dupla goleadora formada en casa, en mediocampo un líder como Espina, laterales que pasaban”.
La camiseta “A morir por el Colo”. (FOTO: Archivo)
Finalmente, tuvo palabras para recordar, al igual que Luis Mena en su momento, las actividades extra futbolísticas que tuvieron que realizar para generar ingresos y así poder salvar al club de la quiebra total.
“Al Nacho Quinteros le enseñé el himno de Colo Colo, los gritos, los terminaba gritando yo. Empezaron a salir ideas como la Colotón, comerciales promocionando ayuda, la gente se insertó en eso, fue muy importante. Llenaron el estadio en todos los partidos, se generó más identidad y por eso la gente se sintió interpretada con ese equipo”, expresó.
“Me tocó hacer tres comerciales, dos con Pepsi y ahí hay una anécdota. Para ese comercial, estaba toda la producción, la gente de marketing y el comercial terminaba muy fome, tenía una música muy mala. Me metí y le digo, y empiecen a cantar ‘como no te voy a querer’ y cambió. Sale un tipo que va a pedir trabajo, está el jefe, le dice ‘muéstrame el currículum’. El jefe sirve la bebida y eso les genera un primer vínculo, empieza el ‘cómo no te voy a querer’ y ahí sale el vínculo con la Pepsi y que ambos eran colocolinos”, dijo.
“Me tocó hacer uno del Ace lo hace, ir al Banco del Estado para que hicieran aportes. Me hicieron tirarme como 50 chilenas, querían que el gol fuera de chilena y tenía que aguantar estar todo el día grabando y no me daban niun peso. Era todo para apoyar, había que hacerlos“, sentenció González.
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