El 6 de octubre de 2020, Gustavo Quinteros fue oficializado como nuevo entrenador de Colo Colo tras la salida de Gualberto Jara. Todo eso en medio de una crisis que tenía al club albo peleando los últimos lugares de la tabla en el torneo nacional.
Sin embargo, el escenario era diferente en Copa Libertadores. La Gualbertoneta obtuvo dos triunfos en el torneo antes de la llegada de Quinteros, quien remataba el grupo en el Monumental ante Jorge Wilstermann de Bolivia dos semanas después de su arribo.
Un triunfo albo los metía de seguro en Copa Sudamericana, aunque incluso existían opciones de pasar a octavos de final. Sin embargo, ese Colo Colo estaba en el suelo y no merecía avanzar a ninguna instancia internacional: el elenco altiplánico venció por 1-0 con un gol a los 88' y ahondó los problemas albos.
En el cuerpo técnico de Quinteros recuerdan hoy que ese partido "dolió mucho", pues el entrenador esperaba que fuera el inicio de un repunte. Y fue todo lo contrario: se dio cuenta el pozo en el que estaba metido. "Empezó a tomar el peso a la situación", agregan.
"Era obligación nuestra tratar de ganar el partido y no lo pudimos conseguir. La responsabilidad de la derrota es mía y la asumo. Tenemos un trabajo muy duro y complicado para revertir una situación tan adversa", contó Quinteros luego de esa derrota.
También agregó que "en la parte futbolística al equipo le falta un montón, pero no tengo dudas que vamos a conseguir que el equipo juegue bien y pueda ser sólido. Tenemos que sacar al equipo del lugar donde está en el torneo local".
Hoy, a las 18 horas ante Alianza Lima, espera sacarse esa espina en el estadio donde ha conseguido grandes triunfos y es querido por la hinchada. Sin bien Quinteros ya logró vencer a Fortaleza en el debut, sabe que lo sucedido hace un año y medio contra los bolivianos es hora de borrarlo de un plumazo.
