Que Dino Gordillo es colocolino y cercano al plantel actual del Cacique no es misterio. Por lo mismo, opinó de todo un poco en Los Tenores Puertas Adentro de radio ADN: el conflicto por los salarios, la salida de Mario Salas y, sobre todo, el estado actual de Esteban Paredes, adelantando que está “como azúcar”, en jerga hípica. 

“Está con ganas. Ahora lo vieran, bajó hasta de peso, está trabajador, flaco”, sentenció el humorista en amena conversación con Aldo Schiappacasse. 

“Es como un hermano, es de la familia. Tiene llaves de la casa, su pieza cuando quiera venirse, sus cosas. Es uno más de mi casa. Estoy mirando un póster de él que me regaló. Trae las copas cuando gana, tiene una linda relación con mis hijas, conmigo. Tengo un gran afecto con él, la Jenny (esposa de Paredes), mis sobrinos el Vicho y el Chulo (hijos del goleador), mis dos cabros chicos. Es una gran relación”, profundizó. 

Paredes fue a Viña hace unos años a ver la última presentación de Dino Gordillo en la Quinta Vergara.

Paredes fue a Viña hace unos años a ver la última presentación de Dino Gordillo en la Quinta Vergara.

Asimismo, tuvo palabras para los líos que se han dado en Pedrero. “Colo Colo lo ha pasado mal porque es una empresa, hay que entender eso. Ya no existe como club de fútbol antiguo. Hoy manda el poder económico y a la empresa le fue mal. La plata hace cambiar mucho a la gente, compadre. Cuando te quieren sacar un poco, te va a costar”, recalcó. 

“Se manejó mal de ambos lados, futbolistas y dirigentes. Se hablaron cosas para afuera que no se debieron hablar. Hay temas de camarín. Es como la política, unos defienden a un candidato y a otro y el líder que se hace todas las movidas queda invicto. Es como las peleas de matrimonio, uno se mete, se arregla la pareja y el que se metió quedó mal”, complementó. 

Además, vaticinó que “no van a pasar 15 días y Mosa va a estar abrazado con Esteban Paredes, acuérdate. Con todos los demás. Se actuó mal en muchas cosas, no se dijeron las cosas a la cara, la decencia es decir las cosas de frente. Si depende de mí, doy la cara para finiquitar a un jugador, por ejemplo. No por WhatsApp, como al Pájaro Valdés, el Mago Valdívia, antes el Chupete Suazo. Una institución como Colo Colo no puede terminar así con sus ídolos, es una vergüenza”. 

Finalmente, de la caída de Mario Salas analizó que “Marito tenía otra ideología, se encerró en la de él y hay que escuchar de repente a los asesores. El fútbol es muy delicado. Los futbolistas son raros, extraterrestres. Es como los actores, los artistas. Hay que respetarlo”.