Pablo Solari llegó como “emergencia” a Colo Colo. Apretado por el descenso y por el mercado y sus reglas, Gustavo Quinteros recibió el consejo de Walter Lemma, uno de sus asistentes, diciéndole que el Pibe les podía ayudar. Él lo conocía del fútbol joven de Talleres de Córdoba. Rápidamente, se concretó un préstamo y el joven de Arizona, Argentina, se terminó transformando en héroe al marcar el gol que evitó la primera caída a la segunda categoría del fútbol chileno en la historia del Cacique.
Pero no fue fácil. Al debutar en Talcahuano, Solari salió lesionado. En su segundo intento, lo mismo. Poco después de la hora de partido, el puntero no daba más físicamente y debía salir reemplazado, algo que tenía su explicación y que el propio joven ariete contó.
“Me contracturaba al principio porque era de todo un poco. En Talleres no venía jugando por la pandemia, me agarró Covid antes de venir, me fui cuesta abajo dos semanas encerrado, llegué y empecé a jugar. También están los nervios, eran mis primeros partidos como profesional. Fue de todo un poco. Me fastidiaba mucho que me pasara eso, llegaba a los 70 minutos, sentía que podía seguir y era frustrante que los gemelos no me dieran más y no pudiera caminar”, dijo en Todos Somos Técnicos de TNT Sports.
Asimismo, desclasificó que la partida de su hogar fue complicada. “Tengo un hermano en Atlanta y otro en Almagro. Se hizo muy difícil al principio. Era muy pegote a mi mamá y mi papá. Mis viejos me dijeron que les sorprendió porque nunca pensaban que me iba a ir (ríe). Veía a mi hermano que se fue a hacer las inferiores a Vélez y yo pensé que no lo iba a aguantar, que no era lo que quería. Un día me convencí, me gustaba el fútbol, lloré a escondidas, me la aguanté y eso da frutos”, contó.
Pero ahora todo marcha bien para el Pibe. “Uno trabaja toda la semana y por ahí cuando llega el fin de semana y no salen las cosas lo siente mucho. No sé si la paso mal, pero mi cabeza trabaja mucho. Trato de apoyarme en mi familia, que es la que siempre estuvo. Hablo mucho con ellos, siempre me están calmando. Y Gustavo (Quinteros) siempre me dice que juegue duelos, que de tres cuartos para adelante vaya mano a mano, que me asocie en mitad de cancha. Soy un poco de ir mucho para adelante y por ahí puedo jugar más simple en zonas complicadas como en el medio. Me pide mucho eso y el sacrificio que no se negocia”, complementó.
¿Se queda o se va? “No tengo idea de una oferta de Europa, estoy a préstamo en Colo Colo hasta diciembre. Ahí se verá qué decisión se tomará. Colo Colo tiene opción de compra y se verá mi situación. Acá me siento muy cómodo, estoy feliz. Obviamente depende de muchos factores, pero me gustaría quedarme, consolidarme, es un club muy grande. Quiero sumar los minutos que más puede y después, si se puede, dar un buen salto”, manifestó.
Finalmente, Solari dijo que se emocionó al “debutar” con gente. “Fue muy lindo tener a la gente, nunca me tocó antes. Fue muy emocionante. Te dan más ganas de jugar al fútbol. De 10, muy agradecido a la gente que por redes sociales me hacía sentir el cariño y en la cancha fue extraordinario. Escuchar mi nombre me puso la piel de gallina, me emocionó muchísimo”, cerró.