Un clásico del fútbol chileno es ver a Luis Marcoleta en la lucha por ascender equipos, lo que hace siempre acompañado de un especial gorro que tiene escrito Jesús.

El mismo con el que llegó a dirigir en la actualidad Santiago Morning, con la fe de poder levantar a su plantel para soñar al final de año ascender a los cielos de la Primera División.

¿Cábala?

Para muchos es un mito ver a Marcoleta sin su gorro. Para otros es una cábala del del entrenador de fútbol, aunque el propio técnico deja en claro que su divino jockey lo ilumina en su trabajo.

“No, es un estilo de vida. Yo no soy cabalero, soy un hombre de fe. Me manejo por los elementos de la fe, no es cábala por ningún lado. Cuando jugaba era cabalero, pero ya después no, ahora yo creo”, comentó en entrevista con Redgol.

Varios son los que le han pedido que se lo regale, como una forma de llevar la sabiduría de los equipos que ha dirigido.

Eso sí, a la hora de pedir que lo obsequie a algún jugador a nivel mundial, para lograr enrielar el camino, como un milagro, Marcoleta demuestra su sabiduría.

“Mira, más que a alguien connotado yo se lo regalaría a todos los futbolistas porque más que el gorro lo importante es lo que dice ahí”, detalla.

¿Cómo es eso?

Yo creo que es él transforma vidas, como la vida de cada uno de los que lo hemos seguido y solamente hemos visto cosas positivas en nuestras vidas. Al futbolista le ayuda mucho, especialmente en la parte espiritual con sus vidas, sus familias, sus hijos, porque por sobre todas las cosas el futbolista es persona y muchas veces nos olvidamos de eso y solamente queremos sacarle rendimiento y la persona queda ahí. Por eso soy un convencido de que, si uno logra capturar el corazón del futbolista, captura el corazón de la persona.