El fútbol chileno no se conforma con su mediocre nivel local y para qué decir en el plazo internacional. Ahora se destapa la olla y el balompié criollo es protagonista de un nuevo escándalo. Nada nuevo en verdad, considerando que el hecho asomaba como secreto a voces.

La unidad de investigación de Biobío filtró 1.300 páginas de conversaciones recabadas en el marco de la demanda del ex gerente de Deportes La Serena, Martín Ossandón, contra el representante Fernando Felicevich.

El hecho es una antigua batalla de Juan Cristóbal Guarello. El periodista y rostro de Radio Agricultura viene alzando la voz hace años y, junto a su ironía característica, hoy se le vio con gustito dulce en el paladar tras conocerse los documentos que confirman que Felicevich decide los destinos en La Serena.

También abordaron el hecho los otros panelistas de Deportes en Agricultura, Francisco Sagredo y Cristián Caamaño, quienes también lanzaron dardos al representante por el polémico y escandaloso hecho.

El debate completo sobre Fefe y La Serena en Agricultura

-Sagredo: los colegas de la unidad de investigación de la Biobío sacaron un tema que habíamos conversado: la querella del ex gerente de La Serena, Martín Ossandón, contra Fernando Felicevich. En un secreto a voces, acusaba de ser parte o propietario del club, cosa que por los estatutos del fútbol chileno está prohibido. Esto Felicevich y su entorno lo han negado sistemáticamente…

-Guarello: y lo ha negado enojado y ofendido.

-Sagredo: hoy se filtraron no sé cuántas páginas con conversaciones de WhatsApp. Esto yo creo lo filtró Ossandón, porque lo hicieron público, donde queda más que claro que los controladores del club, los duelos, son el grupo de Felicevich.

-Guarello: ¿te acuerdas cuando Basay firma por La Serena en la oficina de Vibra? Así delicadamente… Hay varias cosas bien impresionantes: primero, lo claro que Felicevich mandaba a veces de muy mala manera en La Serena, con Daniel Behar como ayudante, El Melón. Pero el que mandaba era Felicevich, enojado y con pataletas por WhatsApp.

Después que tratan de sapo al pobre Miguel Ponce, mal, y el problema de Ponce es que lo dejan de sapo y esto trasciende en el fútbol. El problema de Ponce es que si sale a hablar acá nunca más entrena y lo vetan de todos lados. Así funciona la mafia mental que tienen. Era obvio. El año pasado Mauricio Etcheverry, antes que lo contratara la U, había dicho que quería volver a La Serena, que si Felicevich le tiraba una peguita. Era muy obvio todo. Cristián Contador tiene las acciones legalmente, obvio, pero lo siento Contador: eres un palo blanco. Acá queda claro que no tomas ninguna decisión. No te preguntan ni siquiera qué hay de menú. No te preguntan ni tu opinión por tal o cual jugador. Ya, La Serena es de Felicevich. OK. ¿En cuántos clubes más Felicevich hace lo mismo?

-Caamaño: yo tengo la información que en el grupo de Felicevich se jactan de tener injerencia directa en los tres grandes. Que nada se mueve en lo deportivo sin tener el advenimiento de Felicevich. Y que hay mucha cercanía, han visto a los gerentes deportivos de los equipos desayunando a vista y paciencia de todos, no sosteniendo reuniones formales, reuniones informales, para hablar sobre refuerzos. A partir de ahí uno se pregunta cuál es la transparencia de esto.

Regulación e hilos de títeres

-Sagredo: trato de no ser abogado del diablo, pero para: el problema es la regulación. ¿Quieren que los clubes sean de los representantes? Si el fútbol chileno quiere eso, que se regule, que haya un reglamento… Pero está prohibido. Entonces para qué cresta hacen esto y se hacen los lesos.

-Guarello: ¿Cómo entró la directiva de La Serena al consejo de presidentes de este martes? ¿Por una puerta lateral que los llevaba a la cocina? ¡Pero si no hay nada que esconder! A lo mejor Contador tenía que servirle algo a Felicevich. ¿Les vieron los hilos de los brazos a Contador cuando llegó? Los hilos de títere.

-Caamaño: en el consejo deben estar diciendo “nos pillaron”.

-Guarello: nos pillaron a todos… Acá hay dos variantes: los WhatsApp de Milad y ahora los de La Serena. Esto es como que el curso que hizo la prueba copió, pero pillaron a dos no más. Y los otros están con el alivio que nos los pillaron, pero pensando en cuándo los van a pillar.