El consejo de presidentes de la ANFP definió dar por terminados los campeonatos del balompié nacional en medio de la crisis social y política que vive Chile. Sin embargo, la gota que rebalsó el vaso fue presión y amenazas y agresiones de las barras bravas para que no se reanudara el fútbol.

 

La determinación se tomó por 42 votos a favor de terminar el campeonato, cinco votos para reanudar la actividad y una bastención.

Entre los clubes que apoyaron la opción de continuar el Torneo Nacional sufragaron Universidad Católica, Unión Española y Santiago Wanderers (los votos de la Primera A valen por dos). Santiago Morning se abstuvo y el resto decantó por bajar el telón.