Ya pasaron años desde que explotó el escándalo del FIFAgate y salió a la luz toda la corrupción a nivel mundial en torno al fútbol, donde varios dirigentes se llenaron los bolsillos a punta de coimas y sobornos que a la larga mancharon demasiado la actividad.
Por esta parte del mundo marcó un antes y un después, porque prácticamente todo los presidentes del fútbol sudamericano se fueron presos o se prestaron para ser verdaderos “sapos” para la justicia estadounidenses. Sin ir más lejos el chileno Sergio Jadue pescó sus cosas y se fue a Norteamérica cuando lo pillaron.
Sin embargo, no todos cayeron en la tentación del dinero en esos años tan corruptos en el fútbol. Hay un par de dirigentes que rechazaron las coimas y uno de ellos es chileno, nada más ni nada menos que Harold Mayne-Nicholls, quien ofició de presidente de la ANFP antes del calerano Jadue.
Según información entregada por el Diario El Clarín de Argentina, Alejandro Burzaco, expresidente y ex director ejecutivo de la empresa Torneo, además de testigo clave de la fiscalía de Nueva York la investigación del escándalo del FIFAgate, entregó información importante en torno a la venta de derechos para retransmisión de los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022 para Estados Unidos.
En esa negociación uno que jugó un rol clave fue el entonces presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Grondona, quien prometió que si FOX ponía sobre la mesa 400 millones de dólares, el contrato sería para ellos.
Harold Mayne-Nicholls siguió ligado al fútbol en estos años. | Foto: Agencia UNO.
Junto con eso Burzaco detalló todo el sistema de sobornos y comisiones ilegales que funcionaba en el fútbol sudamericano para obtener los derechos de retransmisión y organización de eventos deportivos.
Es acá donde aparece el nombre del ex presidente de la ANFP, ya que Burzaco declaró a la fiscalía de Estados Unidos que “los únicos que no recibieron coimas fueron el chileno Harold Mayne-Nicholls y el uruguayo Sebastián Bauzá”.
Al final el tiempo le ha dado la razón, ya que hasta el momento a Mayne-Nicholls no le ha salpicado ninguna gota de todo el escándalo del FIFAgate, que desde el 2015 ha revelado toda la corrupción en torno al fútbol mundial por parte de los dirigentes.
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