Las restricciones al aforo de los estadios en el fútbol chileno tienen de capa caída una actividad que, con tribunas vacías y un pobre espectáculo deportivo, parece cada vez más decadente. Pero hay casos y casos, como el de Santiago Wanderers, que suma además una crisis económica y futbolística en Primera B.
Por eso, el presidente del cuadro porteño, Reinaldo Sánchez, dejó la tendalada después de que las autoridades le impidieron invitar al estadio Bicentenario Elías Figueroa Brander de Valparaíso a niños del Puerto, precisamente por las limitaciones a los asistentes producto de las regulaciones de la pandemia.
En conversación con Redgol, Don Reina expresó su desconsuelo. “Cuando era yo presidente antes, dejaba entrar a todos los estudiantes gratis. Había una galería especial sólo para ellos, con su carnet. Quise hacerlo ahora y me encontré con mil problemas, es increíble. Prefieren que los niños anden delinquiendo antes de que puedan ir gratis al estadio”, protestó.
El timonel caturro se enfrentó con las autoridades de Goberno, que hoy establecen una citación especial -muchas veces vía Ley de Lobby- para recibir a sus pares del fútbol. Sánchez es chapado a la antigua y la situación simplemente lo saca de quicios, toda vez que impide que el público apoye al alicaído conjunto decano.
“El fútbol chileno está destruido, lo han destruido entre las autoridades y los representantes de jugadores. ¡Cómo es posible que no dejen entrar gratis a los niños! Lo más jodido es que uno trata de conseguir reuniones con la gente nueva, pero no te atienden”, lamenta el empresario del transporte.
Santiago Wanderers parece levantar lentamente la cabeza en medio de una severa crisis que lo mantiene con el farolillo rojo de la zona de descenso a Segunda División. El cuadro verde pretende salir de las últimas posiciones de la tabla este domingo, cuando reciba en Playa Ancha a Fernández Vial, por la vigesimosegunda fecha de la Primera B.