Desde el regreso del público a los estadios, la violencia ha sido un tema obligado en el fútbol chileno. Distintos hechos han generado que nuestro país se vea obligado a pensar en más seguridad dentro de los recintos deportivos, algo que este lunes dio un gran paso.

Para combatir la delincuencia y salvar al deporte de los mal llamados hinchas, en Chillán dieron una gran noticia. El estadio Municipal Nelson Oyarzún Arenas, donde hace de local Ñublense, se transformará en el primero de Chile en contar con cámaras de reconocimiento facial.

El recinto no quiere protagonizar ningún hecho de violencia y se la jugó para implementar un moderno sistema de seguridad. La inversión fue de 105 millones de pesos por parte del municipio y la subsecretaría de prevención del delito, el que se distribuye en distintos aspectos.

52 cámaras, una sala de monitoreo y el equipamiento necesario para su correcto funcionamiento son parte de la apuesta de Chillán para tener un estadio sin hechos delictuales que lamentar.

"Muy contento con este proyecto, pues es muy moderno. Nuestro estadio será el primero de Chile con esta tecnología, que va a permitir no sólo mirar lo que pasa adentro del recinto deportivo sino que también afuera", explicó el alcalde de la ciudad, Camilo Benavente.

La implementación de este sistema de seguridad tiene como objetivo el captar o almanecar imágenes que puedan ser útiles a la hora de buscar delitos dentro del estadio. Así, pueden ser utilizadas como pruebas, soporte o modo preventivo.

Ñublense no solo es protagonista del Campeonato Nacional dentro de la cancha, sino también fuera de ella. Se espera que este sea el primero de muchos movimientos para eliminar de una vez por todas a los inadaptados de siempre, que ponen en riesgo a la familia que va a ver fútbol.