Llamó la atención la salida de Miguel Ramírez de Santiago Wanderers, porque pese a que por un punto perdió la posibilidad de clasificarse a la Copa Sudamericana, hizo una respetable campaña sin pasar zozobras en ninguna de las tablas.
Cheito ahora está sin club y asegura dos cosas: que en los Caturros ganó mucha experiencia y que su nombre siempre suena en la Católica y en Colo Colo, pero que jamás lo han llamado para ser entrenador de esos equipos.
“Logramos cumplir los objetivos. Mantener la categoría el 2018, ascender el 2019 y asegurar la categoría en primera el 2020. Nuestro objetivo como cuerpo técnico era clasificar a un torneo internacional y es una pena para nosotros y una deuda pendiente, sentíamos que estábamos capacitados”, aseguró en conversación con ADN.
Agregando que “llevamos cinco años trabajando de forma ininterrumpida. Hemos ido evolucionando y creciendo, entendiendo que hay momentos donde se debe ser flexible”.
Ramírez además lamenta que “cada vez que sale un técnico de Católica y de Colo-Colo sale mi nombre. Conmigo no han hablado nunca en Católica y en Colo-Colo solo una vez y fue para hablar de gerencia deportiva”.
Para el final anuncia que “nos vamos a tomar esta pausa para recargar energías y esperar nuevos desafíos”.