No hubo milagro para Paulo Garcés. Pese a que se especuló con que darían marcha atrás a su sanción por consumo de dimeltibultilamina, finalmente el castigo se mantuvo y al Halcón le corresponden tres meses de castigo: como ya cumplió desde diciembre, se podrá reincorporar apenas en marzo.

"Me da pena, quería estar lo antes posible, apoyar a mis compañeros", dijo en declaraciones reproducidas por ADN. "Lamentablemente no podré estar. Ellos (sus compañeros) saben que soy inocente, lamentablemente (los responsables del caso) no pudieron hacer nada más", agregó.

Así las cosas, Garcés no podría estar ni en la Copa Sudamericana -donde lo daban por descartado- ni en el inicio del Torneo Nacional. Así las cosas, Fernando Hurtado queda como portero titular hasta que se decida si, finalmente, se cierra la cesión de Agustín Rossi, de Boca Juniors. 

"Paulo no debió ser sancionado, no es responsable por ningún delito. Y si consideramos traer a alguien,vemos el cupo de extranjero. Lo analizaremos en una reunión con el resto del cuerpo técnico", agregó el técnico Gerardo Ameli. 

El caso se extendió con la protesta del Sindicato de Futbolistas Profesionales: "Resulta inexplicable y bastante reprochable que una determinación judicial de los órganos competentes en materia de dopaje sea filtrada primero a la prensa antes que a los propios jugadores, toda vez que el principio de confidencialidad se encuentra resguardado fuertemente en la normativa del dopaje", resaltó la entidad en un comunicado, en alusión a las declaraciones del presidente del Tribunal de Expertos en Dopaje de Chile, Pedro O'Ryan, al diario El Mercurio.