Quédate en tu casa. Así dice la campaña a nivel país para prevenir el contagio de coronavirus, pandemia que tiene al mundo en problemas.

El COVID-19 ha afectado a casi todas las actividades y el fútbol chileno es una de ellas, el cual está suspendido, por ahora, hasta dos semanas más, y mucho de los jugadores nacionales hacen caso a las autoridades y se encuentran en cuarentena.

Uno de ellos es el volante de Coquimbo Unido Fernando Manríquez, quien en contacto con RedGol, contó cómo es su nuevo día a día, alejado de una cancha de fútbol, por el virus que nació en China.

“Por ahora todo bien, haciendo caso a las autoridades y con mi familia estamos encerrados en la casa. Estoy respetando la dieta y la pauta de entrenamientos que me mandaron desde el cuerpo técnico”, señaló en primera instancia el ex Universidad de Concepción.

Acerca del paro del Campeonato Nacional, el mediocampista expresó que “era lo correcto, por todo lo que está pasando en el mundo, fue una buena decisión”.

Pero Manríquez no se quedó ahí, porque hizo una reflexión mayor: “Es muy triste lo que está pasando en todo el mundo, esperamos que pronto se pueda solucionar, para volver de a poco a la normalidad”.

A pasar la cuarentena

Manríquez, como muchos chilenos, no está yendo a su lugar de trabajo, por lo que tiene que aplicar el ingenio para matar las horas en su hogar de la Cuarta Región.

“Estoy con mi familia en mi casa, señora e hijo. Pasamos la hora aprovechando de hacer vida familiar, además de realizar actividades y tareas para Agustín, que está sin ir al jardín”, reveló el jugador de 36 años.

¿Cómo se divierten? “Hacemos ejercicio entre los tres, y también nos entretenemos con juegos didácticos, como dominó, cartas Uno y ese tipo de juegos de mesa”, agregó.

Por último, Fernando Manríquez señaló que hizo las compras necesarias para pasar los 14 días en casa, intentando alejarse lo más posible de algún contagio de coronavirus.

“Ya estamos preparados, porque compramos lo justo y necesario para estar estos 14 días de cuarentena”, cerró.