La famosa y polémica Superliga de Europa que estalló el fin de semana tiene la escoba en el fútbol europeo. Básicamente, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, junto a otros clubes poderosos en lo deportivo y económico, se juntaron para organizar una competencia en paralelo y a las espaldas de la UEFA.
El hecho tiene a la UEFA en alerta y amenazando con penas del infierno. Clubes que pensaban incluirse como Chelsea y Manchester City ya estudian salirse. Barcelona y Atlético Madrid están por las mismas mientras en Inglaterra hay rumores que el Manchester United y Juventus sufrirían remezones dirigenciales con renuncias.
“Ayer preguntábamos: ¿alguien les preguntó a los hinchas, al consumidor final? El hincha sabe cuál es el torneo que vale y el torneo que le provoca algo. Esta competencia tiene pinta de esas que organizan los gringos, con grandes equipos, pagando millonadas, pero que no le importan nadie. La tradición tiene un valor”, dijo este martes Juan Cristóbal Guarello en Radio ADN.
En el mismo panel, Luka Tudor tomó la palabra manifestando “pero que la UEFA no se lleve toda la plata, que la repartan mejor”, planteando la tesis que quizá, más que algo tangible a llevar a cabo, la Superliga pudo ser una maniobra para presionar por mejores premios para la Champions League”.
Guarello retomó la palabra: “seguramente van a renegociar, pero nunca pensaron que al otro día los iban a estar agarrando a piedrazos”.
“En China te hacen esos torneos todos los años, pero no tienen valor, no tienen tradición, no tienen sustancia… Va a tener que hacerse un candado chino Florentino Pérez. Un peo en un canasto”, sentenció irónico Guarello firmando que la Superliga no podrá llegar a puerto.