Uno de los goles históricos de la selección chilena es el tiro libre de José Luis Sierra a Camerún, en el Mundial de Francia 1998. Tanto que significó la clasificación a segunda ronda después de 36 años, pues Chile solamente había pasado la fase de grupo en 1962, jugando como local.

Por lo mismo, el Coto constantemente ha comentado lo que es esa ejecución perfecta, donde pareció tener un guante en su pie izquierdo para meter la pelota en el ángulo del portero africano Jacques Songo'o, que militaba en el Deportivo La Coruña en ese momento.

"Sabía quién era Songo’o, el arquero. No sabía exactamente sus debilidades o fortalezas, pero siempre tuve presente que en el 90% del éxito está en pegarle bien a la pelota. Me concentré en eso, para pegarle más o menos donde uno quiere que vaya", comentó en TNT Sports hace algunos meses recordando ese hito del fútbol chileno.

Luego contó la conversación que tuvo con Pedro Reyes, su actual ayudante de campo en Palestino, antes de que le pegara a la pelota. "Con Pedro éramos compañeros en Colo Colo y con Clarence (Acuña) hace una contrabarrera. Pedro me pregunta si le iba  apegar por encima de la barrera para quedarse parado, pues si le iba a pegar al palo del arquero se movían para que pasara por ahí la pelota".

También señaló que el gol llegó en un instante muy emotivo de su vida, pues su padre había fallecido hace pocos meses. "Es el momento de mi vida más doloroso que me ha tocado vivir por la muerte de mi padre, fue algo inesperado. Tenía 54 años cuando falleció. Siempre me acompañó, tanto en el colegio y en Unión Española. Nunca fue una persona invasiva, fue siempre muy mesurado en todo. Fue una lección de vida", comentó.

Por lo mismo, indicó que "me aferré al fútbol, de jugar lo mejor posible para llegar al Mundial", lo que finalmente le valió para anotar un tanto inolvidable para los fanáticos de la Roja.