En la larga historia del fútbol chileno, muchos goleadores de peso han hecho vibrar a generaciones de niños, niñas y jóvenes que sueñan con un día celebrar a estadio lleno un gol importante. Sin embargo, en las últimas décadas hubo uno que cautivo a todos, sin importar el color de la camiseta: Humberto Suazo.
El delantero, oriundo de San Antonio, rompió con muchos esquemas tradicionales que hablan del modelo perfecto y no del olfato goleador, ese que al final de cuentas te hace un nombre en la historia del deporte nacional.
Después de hacer sus primeras armas en las inferiores de Universidad Católica, Suazo dio sus primeros pasos en el profesionalismo con la camiseta de Ñublense. Ahí, el artillero comenzó a entender lo que sería su rol de ahí adelante, algo que asumió como un crack.
Humberto Suazo cumple 40 años. Foto: Agencia Uno
Desde entonces han pasado ya 21 años. Y contra todo pronóstico, idea, mala leche o lo que sea, Chupete está ahí. Aparece en el área, se da una vuelta, mira y habilita o anota. Porque no perdona, con ese olfato goleador que pocos tienen.
Suazo brilló por donde le tocara pasar, más allá de las lesiones que lo pudieron alejar de las canchas. Siempre que le tocó responder, lo hizo. Quizás no con la regularidad que cualquiera soñaba, pero sí con la suficiente para demostrar que era peligroso.
De Ñublense a Magallanes, para dar la vuelta larga por San Antonio Unido, San Luis y dar el salto a la Primera División con Audax Itailano. Ya las luces estaban encima, por lo que no había más que demostrar lo que había en el repertorio.
De ahí en más la carrera de Suazo estuvo ligada al éxito. Colo Colo marcó su mejor momento en el fútbol chileno, comandando el ataque de un cacique al borde de la gloria continental en la Copa Sudamericana y dominando en el fútbol chileno. Eso le bastó para su paso al fútbol mexicano, un paso clave.
En el Monterrey, Chupete viviría otro capítulo de gloria. El delantero se transformó, a punta de goles, en uno de los pilares del equipo. Su rendimiento lo hizo partir al fútbol español, donde la camiseta del Real Zaragoza lo esperaba.
La celebración posterior al terremoto del 27 de febrero es una imagen que hasta hoy emociona. Y es que aún sin recordar resultados ni muchos detalles, cientos de chilenos tienen en su retina al goleador celebrando en uno momento difícil para el país. Así marcó momento, época y una generación completa.
Humberto Suazo, con 40 años siendo un goleador peligroso. Foto: Agencia Uno
De ahí en más hubo gloria en el Monterrey, un paso polémico por Colo Colo, retiros, vueltas con San Antonio Unido y un sueño personal. Uno al que sigue dando vida hoy por hoy con la camiseta de Deportes La Serena. Que su hijo lo viera, nada más. Un sueño y gustito que se está dando al máximo.
Analizar lo que pudo ser, si faltó algo, sobró o qué más. Lo único cierto es que la carrera de Suazo es única, alegre y con un amor especial. Chile lo reconoce como tal, sin colores, simplemente por su capacidad. Porque Chupete era alegría, cariño, goles y más goles. Y si quedan dudas, goles. Porque hay algo que siempre supo. Y hasta hoy lo sabe, más que muchos, que esto se gana de una forma. Con goles, como saben aquellos “venidos” del planeta gol.
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