Defensa y Justicia por fin pudo dejar el Hotel Hyatt Centric y emprender rumbo al aeropuerto tras la polémica, caótica y bullada suspensión del duelo como vista contra Coquimbo Unido por la semifinal de ida de la Copa Sudamericana. El cuadro transandino dejó las instalaciones del recinto mencionado a eso de las 16:30 horas de este viernes.

Durante la mañana y pasado el mediodía se vivieron momentos de tensión: la delegación trasandina no estaba autorizado para dejar el hotel de concentración debido a los tres casos positivos por coronavirus. Al frontis del hotel llegó personal de Carabineros, la PDI y la Seremi de Salud, con el fin de evitar cualquier “huida” del Defensa y Justicia. Mientras, el club alegaba que se le negaba la autorización para regresar a Argentina.

Finalmente, en horas de la tarde la tarde las negociaciones entre la ANFP, AFA y el Gobierno lograron destrabar el permiso para Defensa y Justicia. Los argentinos fueron autorizados por orden presidencial para dejar el hotel y partir al aeropuerto con destino al otro lado de la cordillera.

Como protocolo de viaje, el plantel y el resto de la delegación se trasladó en un bus hacia el aeropuerto, salvo los tres casos positivos, que debieron abordar otro bus. Lo mismo deberá cumplirse en el aire. Los contagiados volarán en una aeronave anexa al chárter dispuesto.

 

Carabineros y PDI custodió la entrada del hotel de Defensa y Justicia en la mañana y parte de la tarde. (Foto: Radio ADN))

Carabineros y PDI custodió la entrada del hotel de Defensa y Justicia en la mañana y parte de la tarde. (Foto: Radio ADN))

Ahora Coquimbo debe prepararse para el duelo, reprogramado por la Conmebol para este martes 12 de enero… en Asunción, Paraguay. De forma paralela, el cuadro nacional presentó ante la Confederación Sudamericana de Fútbol una carta exigiendo los puntos por secretaría por la no presentación de los trasandinos.

El vuelo chárter de Defensa y Justicia hacia Argentina está programado para las 18:00 horas de esta tarde, poniéndo fin a una de las varias aristas del bochorno que tiene a Coquimbo Unido como víctima, libre de polvo y paja, y los ojos puesto sobre el actuar del Gobierno, la Conmebol y el propio cuadro argentino.