La crisis migratoria que se vive en el norte del Chile ha subido rápidamente de temperatura después del asesinato del camionero Bayron Castillo, que ha derivado en múltiples y masivas manifestaciones de choferes en las principales rutas del país.
La situación se ha convertido en un problema de seguridad nacional y el fútbol no quedó al margen. Ayer, el plantel de Antofagasta tuvo que caminar hasta el avión que los transportó a Santiago para medirse con Universidad de Chile y este sábado el afectado es Curicó Unido.
A través de sus redes oficiales, el conjunto maulino informó que la delegación que viaja a la Región de Atacama para enfrentarse este lunes con Cobresal en El Salvador ha quedado virtualmente varada en su ciudad.
“Producto del corte de carreteras por manifestaciones de camioneros, nuestro plantel se ve en la obligación de retrasar su viaje a Santiago, pactado en un principio para las 11:00 horas, para tomar el vuelo a Copiapó a las 17:30 horas”, informa el club albirrojo.
“Nuestro club está gestionando la posibilidad de cambiar nuestros boletos en la aerolínea para mañana (domingo). De ser así, nuestra delegación viajará por la tarde a Santiago, para concentrar en la capital y volar mañana rumbo a Copiapó”, explica.
De esta manera, crece la incertidumbre sobre el futuro de la fecha, especialmente para aquellos equipos que deben hacer largos desplazamientos, y no sólo para llegar a sus destinos, si no que también al momento de iniciar el regreso a sus ciudades.
En este sentido, La Estrella de Valparaíso lanzó la señal de alerta en torno al encuentro entre Santiago Wanderers y Deportes Iquique, que dará inicio a la Primera B 2022, ya que los Dragones deberán superar bloqueos de caminos para tomar el vuelo este sábado.
De momento no existen novedades sobre esta gestión, aunque la ANFP está al tanto de la situación y tomará un decisión en caso de que el viaje no pueda realizarse bajo las condiciones que exige un plantel profesional en escenario de pandemia.