Franco Torgnascioli, arquero de Everton, vivió una complicada situación a comienzo de año cuando estaba de vacaciones en Uruguay. Tras sentir una molestia en la zona genital asistió al médico, donde se le diagnosticó un tumor testicular maligno.

Esto originó una rápida reacción por parte del personal de salud, operándolo de manera urgente. Luego de eso comenzó con el tratamiento de quimioterapias hasta que al fin esta semana pudo sumarse a los entrenamientos del club ruletero, aunque no estará disponible para jugar hoy en Copa Libertadores pues recién está regresando lentamente.

En charla con Las Últimas Noticias, relató que "el oncólogo que me está tratando me dijo que no tenía ninguna contraindicación para entrenar. Me extirparon el testículo con el tumor y quedé con controles cada cuatro meses". 

De todas maneras, no volverá a las canchas en el corto plazo pues debe hacer un trabajo físico. "Quedé bien. Ahora tengo que hacer una readaptación y luego comenzar con la pretemporada para ponerme a punto y a disposición del entrenador", señaló el meta.

Sobre el proceso que debió enfrentar, detalló que "estuve encerrado en toda la etapa de la quimioterapia por si me bajaban las defensas, así es que parecía león enjaulado. Ya llevo dos entrenamientos y estoy contento porque me he sentido bien en este regreso".

Escuchar la palabra cáncer asusta a todos, aunque el charrúa fue bastante cauto y positivo. "Me lo he tomado de la mejor manera posible. Desde el principio comentaron que el cáncer testicular es uno de los que mejor perspectiva tiene, casi del 95 por ciento. Entonces en todo momento estuve tranquilo", manifestó.