Universidad de Chile sufrió hasta el último minuto, literalmente, para poder llevarse una victoria por 1-0 en su visita a O'Higgins por la quinta fecha del Campeonato Nacional 2023. Gracias a un agónico gol de Leandro Fernández en el 90+4', que fue su primer festejo con la camiseta azul, la U celebró en Rancagua. Eso sí, un vergonzoso diálogo entre Cristóbal Campos y el árbitro Alejandro Molina se robó las miradas en redes sociales.

La polémica previa del partido, donde el veto a los hinchas del Romántico Viajero generó debate, invitaba a pensar que quizás la acción en el terreno de juego podría estar un poco pasada de revoluciones, pero no, el que andaba medio hiperventilado fue uno de los dos jueces de línea del réferi central Fernando Véjar.

"Son pésimos"

Todo ocurrió cuando habían transcurrido 12 minutos desde el pitazo que marcó el inicio del segundo tiempo en el Estadio El Teniente. En el 58', Campitos corrió hasta la mitad de la cancha y reclamó con furia una falta, por lo que Véjar determinó mostrarle tarjeta amarilla. Hasta ahí todo bien, pero apareció el señor Molina.

Las cámaras de TNT Sports se percataron de que el cuidatubos formado en el Chuncho, que regresaba a su portería tras ser amonestado, discutía con el lineman, quien olvidó su posición de autoridad en la cancha y bajó al nivel de los jugadores para protagonizar una vergonzosa provocación.

"Son pésimos", le repitió en varias oportunidades Molina a Campos, quien no cayó en el infantil juego del colegiado y solo se limitó a mirarlo y responder "yo sé que no". Nos gustaría decir que ese es el final, pero no. A pesar de que Campos contestó tranquilamente, Molina continuó repitiendo la frase otras dos veces, y terminó poniendo cara de que nada ha pasado.

Un diálogo sorpresivo y que deja en vergüenza al referato criollo, que busca levantar el nivel de la mano de Roberto Tobar. Lo cierto es que con estas actitudes es bastante difícil que eso suceda.