El viernes 9 de agosto, Curicó Unido superó por 4-2 a Universidad de Concepción en La Granja, pero el resultado no fue lo más trascendental del encuentro.

El zaguero del Campanil, Alexis Rolín, realizó una dura acusación contra el árbitro del partido, Francisco Gilabert, por un supuesto insulto racista en su contra.

"Lo estoy mirando a la cara y me dijo negro feo, un atrevido de mierda", disparó a las cámaras del CDF. El caso llegó hasta la ANFP y tras casi un mes de los hechos, el Tribunal de Disciplina entregó su fallo:

"Se resuelve que habiendo analizado todos los antecedentes que le fueron entregados, y los que se procuró en el transcurso de la investigación, se declara que no existe mérito para acreditar conducta antirreglamentaria alguna por parte del partido del partido señor Francisco Gilabert Morales", concluye el escrito.

De esta manera, la ANFP desestimó la denuncia del jugador y según el propio árbitro, lo que él dijo fue: "No me mires feo, ponte a jugar".