Real Madrid demostró que es indestructible y que ni estando en la lona está totalmente caído. Contra Manchester City parecía que ya no había mucho por hacer en el minuto 90 pues perdían 1-0 con dos por marcar para soñar con forzar la prórroga. Contra todo pronóstico lo lograron para ahora ser finalistas de la Champions League.

Fue un partido cauteloso por parte de ambos equipos que evitaron error al máximo en el Santiago Bernabéu, donde los visitantes fueron los que lograron desordenar las acciones con el gol que lucía como el de la sentencia con un potente remate de Riyad Mahrez tras una contra conducida por Bernardo Silva al 73'.

Los de Josep Guardiola tuvieron incluso la posibilidad de poner el último clavo en el ataúd con un par de ocasiones de Jack Grealish que por cuestión de centímetros no entraron. Los de casa quedaron con vida y nuevamente el olor a heroica empezaba a llegar, aunque no con la misma intensidad de otras veces.

Sin embargo, nunca es tarde para los blancos. Dos zarpazos repentinos de Rodrygo fueron los golpes que hacían falta para forzar el tiempo extra con el teatro de La Castellana a reventar nuevamente. La remontada total estaba a punto de llegar y parecía cuestión de tiempo para lo inevitable.

Pasó en el tiempo extra con una internada de Karim Benzema en el área en la que Rúben Dias lo tocó para penal. El galo, firme candidato al Balón de Oro, lo cambió por gol para el 3-1 que fue definitivo. El indestructible Real Madrid está en la final de París el sábado 28 de mayo contra Liverpool.