Fue breve la historia de Alexis Sánchez en el duelo que Inter empató como visitante ante Napoli (1-1) para retener la punta de la liga italiana. El delantero chileno ingresó al minuto 83 por Lautaro Martínez, cuando quedaban pocas ideas y piernas para ir por la victoria.
Todos pensaron en el técnico nerazzurro Simone Inzaghi, que estaba suspendido. La demora en el ingreso del Niño Maravilla se entendía como una señal conservadora frente al brillante momento que vive el ariete nacional, autor de cinco goles en lo que va del año.
Por eso, el asistente técnico interista, Massimiliano Farris, explicó cuál fue el problema. “El equipo lo estaba haciendo bien, pero Sánchez permaneció al borde del campo por 5 o 6 minutos. Inzaghi estaba en contacto con la banca, hicimos lo correcto”, aclaró.
Pero si había algunas dudas, más tarde trascendió incluso la palabra de Alexis mientras esperaba su ingreso. El tocopillano veía cómo pasaba el tiempo sin que se diera la pausa en el juego que permitiera su ingreso.
Fue cuando miró al cuarto árbitro FrancescoCosso, que aguardaba celosamente el momento. “¿Pero cómo hace cinco minutos que no sale la pelota?”, se preguntó el chileno incrédulo del retraso en su ingreso en sustitución.
En definitiva el reloj oficial marcó 83 minutos de juego cuando Alexis pudo hacer su entrada, a esas alturas junto a Arturo Vidal, que esperó los últimos segundos junto a su compatriota y reemplazó a Hakan Calhanoglu.
Ansiedad de Champions League para Alexis Sánchez y Arturo Vidal
Pero la ansiedad de Alexis Sánchez será mayor en los días que vienen, ya que aparece con seria opción de titularidad en el Inter de Milán, que recibirá en San Siro a Liverpool por el duelo de ida de los octavos de final de la Champions League.
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