En el marco de la campaña "No Fakers", adidas juntó a cuatro finalistas, con la misión de lograr un gol de arco a arco, pero con la salvedad que cada portería estaba ubicada en edificios distintos. Todo esto tenía que ser grabado "de un tirón", es decir, sin edición, sin "Fake". 

De esta manera, fueron pasando y clasificando finalistas a la gran final,  quienes debían en un sólo lanzamiento, convertir el gol, ante la atenta mirada del juez Marcelo Salas. 

Tras pasar los cuatro finalistas y sin que ninguno tuviera éxito en su lanzamiento, fue el turno del Matador, quien se metió el zurdazo y clavó la pelota en el arco del edificio contrario. Como hace 25 años en el Nacional, como hace 20 en Francia, como hace 10 en las eliminatorias, como toda la vida. Grande Matador, único e irrepetible.