El final de la temporada, con la derrota catastrófica ante Liverpool por Champions League y la triste final de Copa del Rey contra Valencia, dejó colgando de un hilo al director técnico de Barcelona, Ernesto Valverde.

El Txingurri, como le dicen, es el centro de la crítica por una campaña azulgrana que se desfiguró al final y dejó a los catalanes apenas con el título de La Liga, poco para el triplete que esperaban celebrar los hinchas culés.

 

Sin embargo y pese a la presión mediática, el presidente del Barça Josep María Bartomeu sentenció la continuidad del entrenador de Arturo Vidal. Aunque "será sometido a un exhaustivo análisis de la secretaría técnica para evaluar la temporada y los errores de bulto cometidos", asegura el diario Sport.

Pero al menos hay consciencia de la necesidad de refuerzos. En Francia, Radio RAC anunció que Barcelona está detrás del regreso de Neymar y con una moneda de cambio que seduce al PSG: el trueque por Ousmane Dembelé.

Esto se suma a la masiva partida de jugadores del equipo, liderada por Phillipe Coutinho, quien costó 160 millones de euros y no dejó a nadie conforme en el cuadro azulgrana.