El fútbol chileno sufre un nuevo bochorno y los violentistas, los mismos estúpidos que siempre manchan el balompié nacional creyéndose los protagonistas, hacen de las suyas sin importarles nada en el Clásico Universitario por la Copa Chile. Y como si fuera poco, aquellos que se dicen hinchas vuelven a perjudicar a su mismo equipo.

Universidad Católica había igualado la serie en la revancha de los cuartos de final de la Copa Chile frente a Universidad de Chile con el madrugador gol de penal de Fernando Zampedri en los 4’…

En medio de los festejos, tres fuegos artificiales lanzados desde la barra de la Católica cayeron cada uno más cerca que el otro del arquero de la U, Martín Parra. Y el estallido sonoro le llegó de lleno al golero de los azules, que se fue al suelo por la onda expansiva y el trauma acústico del jugador.

Ante el hecho casi se arma una batahola entre los jugadores azules y cruzados, mientras Parra aún seguía en el suelo debido a la explosión de los petardos que, además del problema acústico, pudieron generar peligrosas esquirlas.

El partido se suspendió provisionalmente en el momento a espera de la decisión oficial, la que llegó minutos después, confirmando que el partido no se sigue jugando.

Tras varios minutos aturdido, mareado y golpeado por la onda explosiva y sonora de los petardos, Martín Parra pudo abandonar la cancha en camilla, con evidente trauma acústico, para ser subido a una ambulancia. El arquero de los azules partió directamente a una clínica de la Región Metropolitana.

Cabe recordar que el partido válido por la revancha de los cuartos de final de la Copa Chile entre Universidad Católica y Universidad de Chile, con ventaja de 1-0 para la U en la ida, se disputaba en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso.

El hecho criminal puso seriamente en riesgo la vida del jugador de Universidad de Chile, una situación impresentable que “hinchas” de todos los equipos siguen sin contrapesar. Ahora lo importante será establecer el estado de salud de Martín Parra por la cobarde agresión dentro del terreno de juego.