A fines de mayo, Paulo Garcés sorprendió al momento de comunicar su renuncia a San Luis de Quillota. Hoy, el arquero que fue parte de la selección chilena campeona de la Copa América en 2015, se reconoce “fuera del fútbol”.

Así lo ratifica en conversación exclusiva con RedGol, donde ahonda en sus planes futuros y resuelve dudas sobre un próximo retiro de la actividad, con 36 años en el cuerpo y ciclos en Universidad Católica, Universidad de Chile y Colo Colo.

“Siento que Dios siempre pone las cosas por algo en la vida. En estos momentos estoy fuera del fútbol, pero entrenando a full para volver. No quiero retirarme de la manera en que terminé en San Luis, no quiero retirarme ahora”, reflexiona.

El parralino quiere una oportunidad.”Estoy con otros proyectos muy interesantes, pero quiero volver lo antes posible. Dios quiera que se me puedan abrir las puertas ahora que se abre el libro de pases”, afirma.

Pero reconoce que si no hay interés, deberá colgar los guantes. “Si ya no sale nada en estos meses y hasta fin de año, obviamente diré ‘Paulito, hay que pensar en otras cosas’. Pero ahora mi intención es seguir jugando”.

Los otros planes de Paulo Garcés

Paulo Garcés no se queda tranquilo y aprovecha el retroceso de la pandemia para retomar sus proyectos paralelos al fútbol profesional. “Estoy en Antofagasta, vine a reactivar mi escuela de arqueros”, asegura.

También quiere ir por “una clínica de fundamentos básicos de arquero. De aquí voy a Chiloé, luego a San Vicente y el que quiera me puede contactar a porteroshalcongarces@gmail.com o al Instagram Escuela de Porteros Halcón Garcés”.

Paulo Garcés, arquero de la selección chilena en 2015

Paulo Garcés participó activamente del ciclo de Jorge Sampaoli al mando de la selección chilena. Foto: Agencia Uno

Pero mientras lo profesional aparece en compás de espera, la vida personal de Garcés tuvo una gran noticia. “Hace un mes nació Valentino, nuestro angelito, el menor de los Garcés. Así que no estamos durmiendo mucho”, relata.

“Es mi cuarto hijo, el cuarto y el cierre de la fábrica. Tenemos a Joyce (su mujer), una entrenadora súper estricta, y vamos a ir por muy buen camino si tenemos un equipo de baby fútbol…”, completa.