Una mala fue la lesión. Otra mala sus consecuencias. Nicolás Castillo fue operado por una fractura al peroné del pie derecho, que sifrió tras un choque en el duelo entre América y Tijuana, y estará al menos tres meses fuera de las canchas.

Pero además echó por tierra un sueño europeo para el delantero formado en Universidad Católica. Espanyol de Barcelona tenía al chileno a la cabeza de sus opciones de refuerzo como reemplazante de Borja Iglesias.

El ariete tiene listas las maletas para partir al Betis a cambio de unos 30 millones de euros, suficiente para pagar la cláusula de 18 millones que tiene el pase de Castillo en el conjunto azulcrema, donde fue presentado en febrero pasado.

Con la lesión, la opción del chileno se cayó completamente, una nota de tranquilidad para los hinchas de las Águilas que ya vieron partir a Agustín Marchesín y Matheus Uribe al Porto, y a Edson Álvarez al Ajax.