Nadie esperaba que las cosas fueran sencillas para Diego Valencia en su primera experiencia en el extranjero. Y es que pese a las expectativas del delantero chileno tras incorporarse a la Salernitana de Italia, el ambiente no parece muy favorable para el joven ariete de 22 años, tras su salida de Universidad Católica.

El Pollo llegó a última hora al cuadro granata y se perdió prácticamente toda la pretemporada. Este domingo será el debut oficial ante el Parma por Copa Italia, y tanto Morgan de Sanctis como Davide Nicola, director deportivo y entrenador del Caballito de Mar, no duermen en busca de un delantero. "Hasta ahora, no somos competitivos", dijo el DT.

La prensa fue un poco más allá. "Salernitana busca un jugador consolidado, un centrodelantero que sea un verdadero número 9", lanzó el diario Il Mattino. Ni siquiera se convencen con Erik Botheim, el amigo de Erling Haaland que llega desde Rusia. "Tanto él como Valencia son muy buenos jugadores", avisó el presidente, Danilo Iervolino.

Nombres hay muchos. "Recibo más de cuarenta llamadas al día por tratativas", explicó el timonel, que compró al equipo horas antes de que descendiera hace seis meses, por multipropiedad. Habló con Edinson Cavani (ex Manchester United), con Dries Mertens (ex Napoli) y el joven Andrea Pinamonti (Inter), pero sólo recibió negativas.

Salerno Notizie dice que "pasan los días y el equipo sigue sin un centrodelantero de peso" y revela tratativas con el senegalés Habib Diallo (Estrasburgo) y el griego Vangelis Pavlidis (AZ Alkmaar), dos tanques. Diallo es extracomunitario y como el otro cupo es de Valencia, su llegada dejará fuera al defensa maliense Kiki Kouyaté, que viene del Metz.

Pero Nicola está empecinado en un goleador calado. "Espero que no llegue el 31 de agosto para completar la plantilla, actualmente tenemos sólo 19 jugadores", se queja el míster. Seis de ellos no estarán el domingo por lesiones y suspensiones, y Valencia puede tener la chance de demostrar que la solución es más simple de lo que piensa su entrenador.