Cuando se menciona a los referentes que aportó la selección chilena Sub 20 de 2007 a la Roja aparecen figuras como Alexis Sánchez, Gary Medel, Arturo Vidal y Mauricio Isla. Pero hay uno que se queda en el tintero: nada menos que Eduardo Vargas.

El delantero de Tigres y segundo goleador histórico de la selección adulta tenía 17 años y el técnico de la Rojita, José Sulantay, supo de él a través de su ayudante, Rodolfo Dubó, que lo vio jugando para una selección amateur.

El DT lo citó inmediatamente y se integró al equipo chileno que se preparaba para el Mundial de Canadá. Incluso Vargas participó de una producción de TVN para esa cita, en la que aparecían varios jugadores del plantel.

Sin embargo, la fortuna dijo otra cosa. "Me hubiese gustado tener a Eduardo Vargas en el Mundial de Canadá, una lesión lo impidió. Ya en ese momento era un goleador tremendo", explica Sulantay en diálogo con DIRECTV.

A poco del viaje a Canadá, llegó una carta de Cobreloa en la que se revelaba una lesión de rodilla por parte del joven Turboman, que impidió su presencia en la máxima cita del fútbol juvenil. El delantero recién se había incorporado al equipo naranja.

 

 

Sulantay no quedó muy conforme, pero tuvo que acatar y pensar en otra alternativa para el puesto. El promisorio goleador era uno de los seguros en la comitiva, pese a que tenía 17 años y era incluso menor que Alexis Sánchez.

Pero el destino hizo que ambos se reunieran años más tarde en la selección adulta, donde se convirtieron en la dupla más goleadora de la historia y desplazaron de los ránkings a Marcelo Salas e Iván Zamorano.

 

Sin embargo, queda la pregunta. ¿Cómo le hubiera ido a la Rojita Sub 20 si se sumaba un jugador de la proyección de Eduardo Vargas?