Llegamos a la tercera parte de la serie de reportajes donde hemos conocido las historias de futbolistas vinculados con el rugby. En su primera entrega exploró la estrecha relación entre el fútbol y el rugby en la historia, y en la segunda tuvo como protagonistas al Comandante Mario Salas y el Kaki Hörmann.

 

Esta semana, conocemos la historia de otros dos reconocidos futbolistas nacionales que, en su juventud, también brillaron en el rugby. Aquí la historia de Milovan Mirosevic y Gonzalo Villagra, realizado por Jorge Andrés Aldunate Infante, periodista de la Asociación de Rugby Santiago (Arusa).

 

En los 90', otros dos futbolistas profesionales que jugaron rugby en su etapa escolar fueron Milovan Mirosevic y Gonzalo Villagra. El Milo, siempre con la 10 en la espalda, se desenvolvía como apertura en el San Gabriel's School.

“Yo estuve de prekinder a III Medio en el Saint Gabriel's School (mismo recinto educacional donde aprendió a jugar rugby el periodista Fernando Paulsen), que como todos colegios británicos era obligación practicar fútbol, rugby y atletismo. Y si bien mi pasión siempre decantó por el fútbol, los otros dos deportes me atraían bastante”, reveló el Milo.

Como rugbista jugaba de fly. Y como tenía buen pie por jugar en las inferiores de Católica era el designado de las patadas, ya sea para ejecutar los penales a palos o las conversiones. Tenía un alto porcentaje de efectividad en la materia”, continuó el súper crack de Universidad Católica, Racing Club, Beitar Jersusalén (Israel), Argentinos Juniors, Columbus Crew (Estados Unidos), Unión Española y la selección chilena adulta y juvenil.

El histórico capitán de la franja recuerda a Mackay, Grange y Craighouse como los grandes equipos de la  época. “Si bien mi colegio y mi generación 1998 no era muy buena para el rugby XV, en el seven sí teníamos algo que decir. Recuerdo que ir a jugar a Reñaca contra el Mackay era prácticamente imposible ganar. Sus hinchas hacían de su cancha un verdadero infierno, lo que a ellos los hacía inexpugnables. Con Grange, ya sea jugando de locales en Lo Fontecilla o de visita en Príncipe de Gales, ellos hacían valer su fortaleza física y también era muy difícil ganarles. Lo mismo Craighouse, que era local en su cancha de El Rodeo en Lo Barnechea. Los tres eran rivales durísimos”, comentó.

En 1997, cuando el futbolista de ascendencia croata-yugoslava iba en III Medio, fue llamado a la selección Sub 17 de Paraguay que logró la clasificación el Mundial de Egipto. Mirosevic fue la figura descollante de Chile, comenzando así su exitosa carrera profesional que, con tristeza y nostalgia, lo obligó a cambiarse de su querido Saint Gabriel's  y, en consecuencia, “retirase” el rugby.

Como futbolista el Milo fue campeón con su querido Club Deportivo Universidad Católica y también con el Beitar Jerusalén. Con los cruzados ganó las campeonatos nacionales del 2002 (Apertura), 2010 y 2016 (Clausura), además de la Copa Chile 2011 y Supercopa 2016. En tanto, con el cuadro israelí se consagró en la liga de dicho país en la temporada 2006/2007. Sin embargo, la acción que más quedó en la retina de los hinchas chilenos fue el gol -y sobretodo la celebración besando el escudo nacional- que el también medallista de Bronce en los JJ.OO de Sydney 2000 le marcó en el Monumental de River a Argentina el 6 de septiembre de 2003, en la igualdad a 2 tantos entre argentinos y chilenos en partido válido por las clasificatorias al mundial de Alemania 2006.

En tanto, Gonzalo Villagra acostumbraba a ocupar el dorsal 9, pues jugaba como medio-scrum en la generación del Santiago College que salió en 1999 del colegio y que, dos años después, contó con un par de jugadores del equipo de Alumni que se consagró campeón de Chile el año 2001. Sin embargo, el capitán histórico de la Unión Española que fue campeón con los hispanos del Torneo Nacional y de la Supercopa 2013, ya había “colgado” los toperoles de fierro para concentrarse en su exitosa carrera como futbolista profesional, la que comenzó el año 2000 en Universidad Católica.

Mi generación del Santiago College tenía un buen equipo de rugby. Los rivales más duros eran Grange, Craighouse y Mackay”, recordó el vigente mediocampista defensivo de Santiago Morning que también tuvo pasado en Universidad de Concepción, Palestino y Antofagasta.

Pese a retirarse tempranamente del rugby, hubo algo del deporte de la ovalada que tanto Milovan Mirosevic como Gonzalo Villagra nunca olvidaron. Y es que a lo largo de sus brillantes carreras ambos futbolistas, los dos siempre impregnaron como sello y estampa propias a su juego los valores que aprendieron adentro de una cancha de rugby. Al consultarles por el tema, ambos cracks recordaron que el respeto por el adversario y el referee es algo fundamental que el rugby les enseñó desde pequeños, circunstancia que no puede quedar mejor graficada a través del  característico túnel de reconocimiento hacia ellos que se produce una vez finalizan los encuentros de este lindo deporte.

Durante sus carreras, y hasta el día de hoy, ese sello ha sido reconocido y valorado por sus compañeros, rivales, técnicos, árbitros e hinchas del fútbol en general que tuvieron el honor de verlos jugar. Y es que conceptos como la integridad, la pasión, la solidaridad, la disciplina y el respeto, solo por nombrar alguno de ellos, son todos sinónimos que reflejan a la perfección la intachable conducta y personalidad de estos verdaderos caballeros del fútbol chileno.

No te pierdas el próximo martes 27 de agosto la cuarta y última entrega de este entretenido reportaje que une al rugby y el fútbol chileno. Solo por Redgol.