Nicolás Jarry consiguió este viernes un valioso triunfo en su carrera profesional. Venció por 7-6 y 6-3 a Alexander Zverev y se metió en la final del ATP de Ginebra por segunda vez en su carrera. El chileno tendrá este sábado la oportunidad de vengar su derrota en la final del 2019, que fue precisamente ante el germano.
Pero ahora su rival será otro. Grigor Dimitrov, el volátil pero talentoso jugador búlgaro se verá las caras ante el chileno en la definición. Al igual que Jarry, sorprendió en la semifinal al imponerse al segundo favorito, Taylor Fritz, en un partido que se definió en el tie break del tercer set.
Sin duda, otro rival de gran calibre para el chileno. Antiguo tres del mundo y dotado de una técnica que muchos califican como parecida a la de Roger Federer, aunque claramente sin alcanzar el nivel de resultados logrados por su majestad.
Pero el chileno no se confía y ve en Dimitrov un rival de cuidado. “Va a ser un partido contra un jugador que varía mucho los efectos. Tengo que estar muy firme por todos los cambios que hace, los diferentes efectos. Tengo que tratar de seguir sacando como lo vengo haciendo, muy concentrado y tratar de meter un par de buenas devoluciones para dejarme chances”, señaló tras el partido.
Además, Jarry reflexionó sobre su nivel y las diferencias que vio en el partido que le ganó a Zverev en este año, versus la derrota dramática en 2019. “No me acuerdo de ese partido, pero yo creo que sí o sí la consistencia fue la clave de este partido y estoy mucho más consistente que en años pasados. Creo que eso fue un punto a favor mío”, confesó.
“Amo Ginebra, estoy jugando buen tenis y es realmente bueno volver después de dos años y poder jugar así”, agregó.
“La energía del público me hace bien, me hace estar relajado. Hay un par de chilenos también aquí apoyándome”, cerró antes de marcharse a descansar. Jarry se cita otra vez con la historia este sábado, buscando su tercer torneo ATP.