Este fin de semana se llevará a cabo la sexta fecha del Campeonato Mundial de Fórmula 1, con la realización del GP de la Emila Romagna. No se trata de una carrera cualquiera, ya que es la primera dentro de continente europeo y marcada por todos los equipos para llevar mejoras a sus autos tras el periplo oceánico, americano y asiático.
Además, es una carrera marcada en el calendario por tratarse del tradicional circuito de Imola, marcado a fuego por las muertes de Ayrton Senna y Ronald Ratzenberger en 1994, pero también por grandes premios épicos, como el del año 2005, con la mítica batalla entre Michael Schumacher y Fernando Alonso.
Este año la cosa no parece que esté llamada a ser tan pareja eso sí, con los Red Bull dominando a placer, todo indica que el interés se centrará en los puestos secundarios de la parrilla, con Max Verstappen y Sergio Pérez copando los dos primeros escalones del podio.
Pero podría haber un invitado sorpresa que podría modificar todo el panorama del Gran Premio, incluso en su planificación inicial: el clima. Y es que el pronóstico muestra un preocupante panorama para este fin de semana, momento en el que se realizarán los entrenamientos, clasificación y carrera.
Se da casi como un hecho que el Gran Premio se dispute sobre pista mojada, con casi un 100% de probabilidades de lluvia. Sin embargo, lo que preocupa es que esas lluvias no sean demasiado intensas, ya que el pronóstico anuncia tormentas e incluso amenaza con posibles inundaciones y deslizamientos de tierra.
Hace unas pocas semanas, en la zona se produjo un poderoso temporal, donde cayeron 140 milímetros en solo 36 horas, provocando caos en la ciudad italiana, ubicada en la zona centro norte de Italia, cercano al Mar Adriático.
Un panorama que preocupa y que trae a la memoria el triste recuerdo del Gran Premio de Bélgica 2021, cuando no se pudo correr la carrera producto de la lluvia y los pilotos solo dieron un par de vueltas por el circuito, detrás del Safety Car, para dar así la carrera como oficial.