Tomás de Gavardo está viviendo días intensos en Arabia Saudita. El hijo del mítico Carlo compite en su primer Dakar, buscando abrirse paso entre todos los desafíos que conlleva el rally más duro del mundo. 

Por ahora, el piloto nacional ha sido capaz de sortearlos, pero ha debido convivir con experiencias duras, tal como le pasó hoy, cuando se detuvo a ayudar a un competidor de la categoría quads que había volcado minutos antes, quedando con el vehículo encima de él.

Tal como alguna vez hiciera su padre, Tomás paró y socorrió al piloto de origen desconocido y solo lo dejó una vez que llegó el helicóptero de emergencia.

"No sé cuántos minutos estuve junta él acompañándolo. Pudieron ser 15 minutos hasta que llegó el auxilio médico. Ahí recién pute retomar la carrera. Fue realmente impactante verlo debajo del Quad y sacarlo. Lo importante es que estaba consciente", relató el piloto de 23 años de edad.

Caída adicional

Pero no se trató del único inconveniente del huelquino, quien más adelante en la etapa sufrió una fuerte caída, que lo obligó a asistir al hospital de campaña en la ciudad de Alula. Ahí se le curaron las heridas en un brazo, que fue el principal afectado por la caída.

De Gavardo culminó la etapa en el puesto 52 de la categoría Rally 2, a una hora y 52 minutos del ganador de la etapa. En lo que a la clasificación general se refiere, quedó en el puesto 36, a dos horas 30 del puntero. Los otros chilenos competidores de la categoría son Patricio Cabrera (31°) y John Medina (65°).

"Fue una etapa dura. Al comienzo me sentí bastante cómodo hasta que vi al piloto accidentado, que igual a uno lo marca mentalmente. Más adelante me caí, golpeándome el brazo izquierdoy además se me abrió el airbag, que me mantuvo bastante incómodo durante gran parte de la carrera, porque me apretaba el torax", explicó.

La etapa 3 de la competencia contempla 447 kilómetros cronometrados, más 222 de enlace. Será entre las localidades de Alula y Ha'il, en una etapa igual de dura que la que existió hoy, que fue calificada como un infierno por los distintos pilotos de las categorías.