El ex jugador de la NFL, Vincent Jackson, falleció de manera trágica el pasado lunes 15 de febrero, cuando una mucama encontró su cuerpo sin vida en la habitación de un hotel en Florida. Se presume que el otrora receptor habría muerto días antes, por lo que sus cercanos decidieron donar su cerebro a la ciencia para realizar estudios.
Jackson fue escogido en el draft de 2005 por los San Diego Chargers donde tuvo una destacadísima carrera. Más tarde, en 2012, el wide receiver fichó por los Bucaneros de Tampa Bay por una cifra de$55.55 millones de dólares.
En mayo de 2018 el receptor anunció su retiro y de allí en más su vida se comenzó a complicar debido al alcoholismo crónico y a un supuesto cuadro de CTE,Encefalopatía Traumática Crónica, condición muy ‘común’ en los jugadores de la NFL debido a la brutalidad de los golpes recibidos.
El 10 de febrero la familia del ex Tampa Bay reportó a Jackson como persona desaparecida al no lograr comunicarse con él por varios días. Esa misma jornada, la policía localizó a Vincent, hablaron con el por teléfono, lo reportaron como sanoy cerraron la investigación.
Cinco días más tarde, una mujer encargada de la limpieza delHomewood Suites de Brandon, Florida, encontró el cuerpo sin vida de la ex estrellade la NFL, reportándolo de inmediato a las autoridades.
Este viernes, a días del trágico deceso, los forenses reportaron que la muerte se habría producido al menos dos días antes del momento en que se encontro el cadáver, por lo que la familia de Vincent Jackson determinó donar el cerebro a la ciencia.
“Vincent, siendo quien era, hubiera querido ayudar a la mayor cantidad de gente posible”, dijo la representante de la familiaAllison GorrellalNew York Times.
Según reportó TMZ, el órgano que centraliza la actividad del sistema nervioso fue entregado a expertos de la Universidad de Boston, donde realizarán estudios que confirme si efectivamente el receptor padecía o no CTE y así colaborar en entregar respuestas a la condición que afecta a muchos deportistas y ex deportistas de la NFL.
