Carlos Palacios, de 20 años, es una de las grandes promesas del fútbol chileno y el gran valor exportable de Unión Española. En el partido eliminatorio frente a Venezuela en noviembre, se convirtió en el primer futbolista nacido en el siglo XXI en jugar por la Roja.

En diálogo con La Tercera, recordó su experiencia en la selección chilena: “Fue algo diferente. Una emoción muy grande. La recompensa del trabajo, del esfuerzo diario. Creo que fue lo más maravilloso que me ha pasado en el fútbol a esta corta edad. Compartí con grandes jugadores y pude jugar en Eliminatorias”.

Luego, añadió: “Me sentí bien. Se trabajaba muy bien en los entrenamientos y en los partidos. Todos eran muy fuerte físicamente. Eso es algo que iré mejorando con el tiempo, pero me sentí muy cómodo”.

La joyita hispana reveló que Fabián Orellana fue quien lo apadrinó en la selección: “No sé si hice una amistad, pero conversamos mucho. Él me dio muchos consejos. Tengo una foto guardada con él. Siento que es una persona que estaba a mi lado, siempre me trató de buena manera desde que llegó a la concentración. Cuando nació mi hijo, que estábamos en Venezuela, me felicitó mucho y lo veía muy cercano”.

Fabián Orellana

Fabián Orellana juega actualmente en el Valladolid de España (Foto:Getty)

Y no esconde su admiración por el “Histórico”: “Yo también a él lo miraba. Cuando él llegó lo miraba en los entrenamientos e intentaba aprender. Soy una persona que observa mucho y aprende de todos”.

Sobre su explosión en 2020, comentó: “Cambié varias cosas en lo personal, en lo futbolístico y en lo emocional. He madurado un poco en varios aspectos y eso me ha ayudado a rendir mejor en la cancha”.

Palacios reconoce que su estilo de juego vistoso muchas veces ha molestado a futbolistas más veteranos: “Me han tratado de decir cosas en base a eso, que estaba canchereando. Lo tomo con tranquilidad porque cada cual juega al ritmo de uno. Si a ellos no les gusta que les jueguen así, está bien. Yo siempre he jugado así y no lo dejará de hacer porque me lo digan”.

“Me han dicho ‘pendejo culiao, te voy a romper, no vas a jugar más a la pelota’. Yo me río”, agregó.

Finalmente, indicó que no le gustaría jugar en el medio oriente: “Prefiero un equipo chico en Europa. Busco más regularidad”. Eso sí, se lo toma con calma: “Siempre he dicho que venga lo que tenga que venir. Siempre trataré de tomar la mejor decisión y no equivocarme”.