Este domingo pintaba para ser una fiesta en Red bull, ya que Max Verstappen tenía la chance de coronarse campeón mundial de Fórmula 1. Sin embago, el neerlandés cometió errores imperdonables y Lewis Hamilton los aprovechó con gran pericia para triunfar en el GP de Arabia Saudita.
La carrera en Jedah fue caótica de principio a fin. Mad Max necesitaba sacarle 18 puntos de ventaja al heptacampeón, algo que a ratos se vio muy probable debido a la bandera roja, que le permitió cambiar gomas y ganar posiciones.
Sin embargo con el correr del Gran Premio Verstappen se fue poniendo cada vez más agresivo y temerario, poniendo en riesgo sus chances.
Todo se fue de las manos en el la vuelta 38, cuando el piloto de Redbull hizo un temerario amague de devolverle la posición a Hamilton, provocando un toque entre ambos y ganándose una sanción de 5 segundos.
Tras esto la carrera se volvió aún más caótica y la estrella de Mercedes aprovechó el descontrol de Max para poner toda su mente fría y experiencia sobre la pista, retomando el liderato sin cometer errores.
Como si fuera poco, Lewis Hamilton se quedó con la vuelta rápida, quedando con exactamente el mismo puntaje que Verstappen: 369,5 unidades, estirando hasta el final la definición del certamen.
Tras la increíble y accidentada carrera, el campeón del mundo se definirá el próximo domingo 12 de diciembre en el GP de Abu Dabi, en el Yas Marina Circuit, donde el británico y el neerlandés lucharán por quedarse con la corona dándole cierre a una de las mejores temporadas de F1 de los últimos años.