Un crack del fútbol es siempre, también, un tincado. A veces es incluso necesario serlo, por lo que genera su propia figura. Es lo que pasa con Ronaldinho. El ex astro del Barcelona visitó el Estadio Nacional con ocasión del Well Fest y dejó lujos afuera y dentro del campo de juego.

Crack exigente: el brasileño ya había puesto su sello en las exigencias previas al duelo en el Nacional. La habitación en la que se queda, por ejemplo, fue decorada con pétalos de rosas y globos y siempre tendrá a su disposición una PlayStation con juegos de fútbol.

El crack sabe gozar. También sus requerimientos gastronómicos son especiales y además de tener siempre a su disposición jugos naturales, el ex Barcelona no quiere nada de sopaipillas y pasteles de choclo, sino que pidió cocina especialmente brasileña durante su estadía en Santiago.

Al crack tampoco se le puede pedir cualquier cosa. Eso quedó reflejado en el propio encuentro, pues Ronaldinho se negó a algunas peticiones de la organización, mandándolos a “laar”.

Los numeritos se le perdonan a un crack

Siendo crack no tiene que estar a disposición de todos. Es por eso que Ronaldinho se negó a portar una GoPro y, en su lugar, fue el árbitro el que tuvo que cargar con la tecnología.

Ronaldinho recibió amor en su paso por Chile | Getty Images

Ronaldinho recibió amor en su paso por Chile | Getty Images

Dicen que un crack que no compite… Precisamente, Ronaldinho se empezó a poner cada vez más competitivo a medida que avanzaba el duelo entre “sus amigos” y un elenco formado por ex jugadores de la Roja. Iba ganando 2-0 y se lo empataron 2-2, por lo que en seguida empezó con una retahíla de ademanes y aspavientos en contra del referí del encuentro. ¡Hasta pidió cambio de árbitro!

Todo lo que genera un crack, lo genera Dinho. Varios fanáticos osaron burlar la seguridad e invadieron el campo de juego en búsqueda de algún regalito del brasileño. El que más llamó la atención fue aquel hincha que ingresó al comienzo del duelo y al que Ronaldinho se negó a rayarle la camiseta. En su lugar, se llevó una firma en la pierna.

Sin embargo, el crack que trasciende es el que se alegra y en Ronaldinho siempre prima la sonrisa. No solamente los hinchas se llevaron una dosis a la vena de magia, sino que jugadores como Nicolás Peric se fueron para la casa con la alegría de una firma en los botines. Además, en el entretiempo, Dinho se acercó a saludar a un numeroso público que vitoreaba su nombre.

Ronaldinho es un crack, por si no quedó claro.