El pasado encuentro entre Real Madrid y Valencia, por La Liga, terminó con polémica tras los graves insultos racistas que recibió Vinícius Júnior desde las gradas del estadio Mestalla. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y España se llenó de críticas por la ausencia de medidas ante estas acciones.
En Brasil no se quedaron de brazos cruzados y, al caer la noche del pasado lunes, decidieron enviar un mensaje de apoyo a la distancia para su compatriota. A las 18 horas local apagaron las luces de la Estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro, estado en el que nació el futbolista merengue. El icónico símbolo brasileño estuvo una hora a oscuras como gesto de solidaridad y lucha colectiva contra el racismo.
Además, el mismo presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, criticó a la FIFA y a La Liga para que condenen estas acciones que no debieran existir en el mundo del deporte.
“No es justo que un joven pobre que triunfó en la vida y que se está transformando en uno de los mejores futbolistas sufra este tipo de ataques. No podemos permitir que el fascismo y el racismo se tomen los estadios de fútbol”, dijo antes de la conferencia de prensa de la cumbre G7.
La lucha de Vinícius contra el racismo
Vinícius agradeció profundamente el accionar de su gobierno, posteando en su cuenta de Twitter la imagen de la estatua a oscuras. Dedicó unas palabras a las personas que lo apoyan alrededor del mundo y se refirió a su continúa lucha contra el racismo.
“Negro e Imponente. El cristo redentor quedó así hace poco. Agradezco mucho la cadena de cariño y apoyo que he recibido los últimos meses. Tanto en Brasil como en el mundo. Se exactamente quién es quién. Cuenten conmigo porque los buenos son la mayoría y no me rendiré. Tengo un propósito en la vida y si tengo que sufrir más y más para que las generaciones futuras no pasen por situaciones similares, estoy listo y preparado”, escribió el jugador de 22 años.
También aseguró en su cuenta de Instagram que este no es un incidente aislado, sino que pasa en cada ciudad de España: “Cada partido fuera de casa es una sorpresa desagradable. Y hubo muchas esta temporada. Deseos de muerte, un muñeco ahorcado, gritos criminales, está todo registrado”, indicó el brasileño.
Luis Rubiales, responsable de la Federación Española de Fútbol, admitió que “existe un verdadero problema de racismo en el fútbol del país , donde los comunicados de prensa ya no están funcionando”.
Luego de los incidentes la policía de España detuvo a 7 personas, 3 por los comentarios racistas lanzados en Valencia y 4 previamente identificados como hinchas radicales. Estos últimos habrían sido los responsables de colgar un maniquí negro con el nombre de Vinícius en un paso elevado antes del derbi entre Real Madrid y Atlético de Madrid por Copa del Rey a principios de año.