Este martes Irán culminó su competición en las Eliminatorias de Asia venciendo por 2-0 a Líbano, quedándose con el primer lugar de su zona y clasificando directamente al Mundial de Qatar 2022.

Pero no todo fue celebración para los iraníes, pues más tarde comenzaron a circular imágenes de la previa del partido en la ciudad de Mashhad que indignaron al mundo.

Unas dos mil mujeres habían comprado boletos para ver el partido en el estadio Imam Reza, pero al llegar se les negó inmediatamente la entrada.

La policía empleó gas pimienta para dispersar a la multitud, dejando a mujeres y niñas ahogándose y con los ojos llorosos, según se ve en los videos.

El incidente se produjo después de que el expresidente iraní Hassan Riuhani prometiera a la FIFA reformas graduales para permitir la presencia de mujeres en el fútbol masculino.

Ante las amenazas de la FIFA de suspender a Irán, el gobierno acordó permitir que las mujeres asistieran al estadio en Teherán, pero no quedó claro si también se haría en otras ciudades del país.

En las imágenes se puede escuchar a cientos de fanáticas gritando: "¡Tenemos una objeción!", luego de que la policía les comunicara que no podían entrar.

Masih Alinejad, activista iraní, ahora está haciendo campaña para que la FIFA le prohíba a Irán competir en la próxima Copa del Mundo.

"Como mujer iraní, pido a la FIFA que prohíba a la República Islámica porque nosotras, las mujeres de Irán, hemos tenido prohibido ingresar al estadio durante 42 años", señaló.

Luego, manifestó: "Si algunos países occidentales prohibieran la entrada de mujeres a los estadios, ¿qué harían? Entonces, ¿qué es diferente entre nosotras y las mujeres occidentales? Es hipócrita que la FIFA nos ignore. ¡Es una traición total que la FIFA no tome medidas enérgicas contra un régimen de apartheid de género!".

Una mujer presente en el incidente le entregó su testimonio a la agencia Fars: "Todas las señoras que están aquí tienen boletos. Salimos del trabajo, gastamos mucho dinero, pero ahora dicen que las mujeres no pueden entrar". 

Finalmente, Mohsen Davari, gobernador de Mashhad, explicó escuetamente: "Desafortunadamente, una gran cantidad de personas fuera del estadio se vieron privadas de ver el juego".