América derrotó anoche a Puebla por la mínima diferencia, pero el partido se siguió jugando incluso después del pitazo final. Una controversial acción del partido entre el chileno Nico Castillo y el portero uruguayo de los poblanos, Nicolás Vikonis, terminó con el primero pateando la cara del segundo en una pelota dividida. 

Hubo muchos reclamos en la cancha, ya que los del Puebla exigían la roja para Castillo, quien no fue amonestado. Ya en la zona mixta, Vikonis mostró sus heridas de guerra. El uruguayo incluso seguía sangrando. 

"Creo que la jugada de Castillo es expulsión, me parece a mí, con muchísimo respeto; es un golpe fuerte. Si nosotros con 11 y ellos con 10 pudimos haber llevado el juego hacia la portería de Marchesín", agregó el portero.

Castillo respondió de manera fuerte en la misma zona mixta post partido. "Llorar no (Vikonis), pero mostrar una herida que uno le hace, es como si yo te muestro cada patada las heridas que yo tengo, le pedí disculpas, perdón porque no quise pegarle y ya está", disparó el chileno.